El domingo por la mañana, la Policía Local de Huesca recibía el aviso de sus compañeros de la Policía Nacional de la capital oscense, que habían observado cómo un conductor permanecía detenido ante un semáforo justo en frente de su comisaría, con el coche en marcha, durante demasiado tiempo. Al acercarse comprobaron que el conductor se había quedado dormido.

Efectivos de motoristas y atestados del cuerpo municipal se dirigieron al lugar, y al practicarle el test de alcoholemia comprobaron que, como se sospechaba, el conductor superaba la tasa penal de alcoholemia, arrojando concretamente una tasa de 0,66 miligramos de alcohol por litro de aire espirado.

Por ello, el conductor fue detenido y puesto en libertad, citado para un juicio rápido por delito contra la Seguridad Vial que, según informó la Policía Local a través de su perfil en redes sociales, se celebrará hoy.