El uso o conocimiento de ambas lenguas no se restringe a sus zonas tradicionales de influencia. De hecho, un tercio de los hablantes del aragonés y una cuarta parte de los catalanoparlantes de Aragón se encuentran en la comarca de Zaragoza, principalmente en su capital, con densidades bajas que no llegan al 2%. Estos números son incluso más altos en términos relativos en otras localidades, como Ejea de los Caballeros, con más de un 4% de vecinos que hablan aragonés, y Fraga o Tarazona, que superan el 2%. En el caso de la lengua catalana destacan Alcañiz y Monzón, con más de un 7% de hablantes, y Barbastro, con un 4,7%. Las causas que explicarían este fenómeno serían, según los responsables del estudio, la emigración.