El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, mostró ayer el rotundo apoyo del Ejecutivo a la huelga feminista convocada el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, y aseguró que no solo lo hacen sus consejeras, sino también sus consejeros, y que está de acuerdo en secundarla. En la sesión de control al Gobierno que celebraron ayer las Cortes de Aragón, la diputada del Grupo Mixto Patricia Luquin (IU) preguntó a Lambán por las actuaciones que tiene previsto llevar a cabo su Gobierno para contribuir a erradicar la desigualdad estructural que sufren las mujeres, en el contexto de la huelga convocada por el movimiento feminista bajo el lema Si las mujeres paramos, el mundo se para. Para Lambán, la convocatoria de huelga general, y también de paros parciales, es «un puñetazo en la mesa en toda regla que quieren dar las personas decentes y de bien para superar barreras y hacer posible que la igualdad de derechos sea efectiva». Por eso, las consejeras, pero también los hombres que forman parte de su Gobierno, apoyan la protesta, porque la igualdad, según Lambán, «afecta a todos».

IMPREGNADO DE FEMINISMO

El «combate» contra cualquier tipo de desigualdad, abundó, es una «prioridad absoluta» del Gobierno, con el apoyo de las fuerzas de la izquierda, dijo, pero la que existe entre mujeres y hombres le preocupa «de manera especial». Este Gobierno, según su presidente, «impregnado de feminismo» a todos sus departamentos, y ha tomado medidas como el incremento significativo de los presupuestos del IAM y para las políticas de lucha contra la violencia machista; planes de empleo específicamente dirigidos a la mujer; acciones de promoción de la educación en igualdad y contra el machismo, o la creación de una comisión de trabajo para la adopción de medidas concretas para la corresponsabilidad y la conciliación.

El presidente del Ejecutivo autonómico también recordó que se ha impulsado un plan estratégico para la igualdad y que ya se ha presentado en el Parlamento un proyecto de ley de igualdad entre hombres y mujeres que pretende ser «el más avanzado de España» para conseguir una «igualdad efectiva».

Luquin, por su parte, defendió que la huelga del 8 de marzo va mucho más allá del ámbito laboral, porque se pretende visibilizar la «desigualdad estructural» que sufre el 50% de la población, las mujeres, que padecen una brecha salarial importante, que son penalizadas cuando deciden ser madres o que ejercen trabajos no remunerados que no se tienen en cuenta porque «lo que no tiene precio, no tiene valor».

CONVOCATORIA MUNDIAL

«Muchas mujeres hicieron huelgas políticas y feministas», dijo Luquin, recordando a Clara Campoamor, tras lo que afirmó que no hacer huelga «también es política e ideología». Asimismo, resaltó que las convocantes se han puesto de acuerdo en 30 países para realizar una huelga mundial.

«El movimiento feminista tiene la capacidad de darle al sistema donde más le duele», destacó la diputada de Izquierda Unida Aragón, quien aseveró que «las mujeres estamos sosteniendo este sistema» por ejemplo realizando muchos trabajos no remunerados.