Los dos vocales del Consejo General del Poder Judicial que el martes pasado se reunieron con los magistrados de Zaragoza confirmaron lo que los primeros se temían: el Gobierno se inclina por no crear nuevos juzgados. Ante esa situación, y tras exponer los representantes de todas las jurisdicciones sus particulares sobrecargas de trabajo, lograron arrancar a los vocales el compromiso de asignar al Tribunal Superior de Justicia de Aragón tres o cuatro jueces de adscripción territorial. Esta figura permite ir asignando esos refuerzos a las oficinas colapsadas. Pero las plazas no se crearán hasta fines de diciembre, como todos los años.