El secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos, ha anunciado hoy que el Gobierno tiene preparado un real decreto ley con medidas "de emergencia" ante la crecida "extraordinaria" del río Ebro que será aprobado por el Consejo de Ministros el próximo viernes.

Estas medidas pretenden dar respuesta tanto a la situación generada a lo largo de la cuenca del Ebro como a los perjudicados en estas zonas y se establecerá un sistema de ayudas "en el plazo más breve posible" para ellos, ha comunicado.

El secretario de Estado de Medio Ambiente ha hecho estas declaraciones después de reunirse en Zaragoza con los delegados del Gobierno en las tres regiones afectadas -Aragón, La Rioja y Navarra-, así como con los consejeros del ramo de estas comunidades.

Asimismo, ha informado de que la punta de la crecida ya ha sobrepasado la capital aragonesa y que continúa río abajo acercándose ya a la localidad de Pina, si bien la vigilancia se mantiene porque está previsto que el deshielo continúe durante las próximas semanas debido a la gran cantidad de nieve que se acumula en los Pirineos.

Ramos ha destacado también el papel que han jugado en esta crecida las presas, que han podido "retener la avenida" y que en algunos puntos han podido reducir el caudal hasta en 700 metros cúbicos por segundo, lo que a su juicio ha evitado "daños mayores".

Ahora, la primera tarea a realizar son las obras de emergencia y la revisión de motas, que según el secretario de Estado han funcionado "bien" pero han tenido que aguantar ya dos crecidas en el último mes, por lo que la situación actual exige su inspección.

Después de estos trabajos, se procederá al dragado del Ebro y a la revisión de los cauces, ha asegurado.

Según ha explicado Federico Ramos, una vez se producen estas avenidas el lecho del río suele cambiar, creando nuevos islotes que "estrangulan" la circulación del río y favorecen las inundaciones.

Por ello, ha considerado necesario "abrir los brazos en las islas que se hayan formado" para permitir que el río circule e incluso abrir canales en las motas construidas para que baje la presión del agua, pero para comenzar estas labores necesitan que baje el caudal, por lo que habrá que esperar un plazo de "semanas o meses, según el deshielo nos permita".

Del mismo modo, Ramos ha defendido que "hay que compaginar la protección del río, de su flora y de su fauna con la protección de las personas, que siempre debe prevalecer".

Ante la posibilidad de que se pudiera producir algún conflicto con la legislación medioambiental vigente para proceder a la limpieza integral del cauce en el curso medio del Ebro, ha señalado que "no hay ningún problema en revisar" ya que, ha reiterado, la prioridad está en la protección de las personas y su patrimonio.

Por otro lado, el secretario de Estado ha insistido en que las previsiones fueron "adecuadas", pese a que es "muy difícil saber lo que va a pasar en el río", y que los datos nunca son totalmente exactos pero en esta ocasión sí que han sido "precisos".