El Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) ha aprobado hoy, por segunda vez, los mismos objetivos de estabilidad para las autonomías para el próximo trienio que ya aprobó a mediados de julio y con la única novedad de la Comunidad Valenciana, que ha pasado de la abstención al voto favorable.

De hecho, la Comunidad Valenciana ha votado a favor de suavizar el déficit a cambio de medidas que supondrán 850 millones de euros adicionales para la región valenciana y entre ellas destaca el acuerdo por el que el Estado asumirá la deuda del Consorcio Valencia 2007 que ronda los 350 millones de euros

Además, según ha declarado el presidente valenciano, Ximo Puig, que hoy ha asumido personalmente las negociaciones con Hacienda, se ha acordado la refinanciación de 1.000 millones de euros de la deuda valenciana de corto a largo plazo.

La votación de la senda de estabilidad propuesta por el Gobierno para aliviar el déficit autonómico (2019-2021), que fue rechazada por el Congreso el 27 de julio, ha vuelto a contar con la oposición de las cinco comunidades gobernadas por el PP y Canarias mientras que han votado a favor las siete comunidades socialistas y Cantabria.

Por tanto, los objetivos de estabilidad y deuda pública aprobados, que han sido votados por primera vez de forma telemática, pasarán al Consejo de Ministros donde serán ratificados este viernes.

De nuevo Cataluña ha rehusado participar en el Consejo y ha excusado su presencia con una carta enviada por el vicepresidente y conseller de Economía, Pere Aragonès, a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en la que ha argumentado que las relaciones económicas entre la Generalitat y Estado deben dirimirse de manera bilateral.

Las comunidades gobernadas por el PP, que se han opuesto a la propuesta del Gobierno, han justificado su voto en contra con los mismos argumentos que hace un mes.

Así, el Gobierno de Murcia ha reclamado la modificación del actual sistema de financiación que genera el 80 por ciento de la deuda regional y ha lamentado el "maltrato económico" que sufre la comunidad por parte del Ejecutivo central.

También La Rioja ha insistido en que la propuesta del Ejecutivo significa "más gasto, más deuda, más impuestos y empeora el crecimiento económico y la creación de empleo".

En Castilla y León, la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, ha remitido un informe a la Secretaría del CPFF para que revise las entregas a cuenta de las comunidades y ha demandado 142 millones euros correspondientes al IVA.

Canarias, que ha repetido el voto en contra, ha reiterado que rechaza la propuesta porque "castiga a las administraciones cumplidoras".

Mientras, comunidades gobernadas por socialistas, como Aragón y Castilla-La Mancha, han considerado que el nuevo déficit es "un paso en la dirección correcta".

En este sentido, la Comunidad de Aragón ha votado favorablemente a los nuevos objetivos de estabilidad puesto que valora "de manera muy favorable el acuerdo al que ha llegado el Gobierno español con la Comisión Europea, que permitirá una flexibilización en la senda de cumplimiento de los objetivos tanto para el Estado como para el conjunto de las comunidades autónomas".

En declaraciones hechas a los medios durante un acto público, el presidente aragonés, Javier Lambán, ha valorado positivamente el acuerdo pero ha lamentado la falta de apoyo de Podemos tras argumentar que "si al final hay que hacer un presupuesto con un déficit del 0,1% en lugar del 0,3%, será perjudicial para las políticas para combatir la desigualdad".

El vicepresidente primero castellano-manchego, José Luis Martínez Guijarro, ha reconocido que le hubieran gustado "más avances" pero ha valorado el "cambio de rumbo" que supone que se atiendan las demandas de las comunidades, y desde Extremadura, la vicepresidenta Pilar Blanco ha valorado que la nueva senda se ajuste mejor a las necesidades financieras de las regiones.

Desde Cantabria, la única comunidad no socialista que ha votado a favor, el consejero de Economía Juan José Sota ha considerado que la nueva senda de "flexibilidad" da mayor margen para afrontar los servicios esenciales.

La propuesta del Gobierno de Pedro Sánchez contempla para las comunidades un objetivo de déficit para 2019 del 0,3 por ciento del PIB frente al 0,1 por ciento vigente, lo que supone un margen adicional de 2.500 millones de euros.

Para 2020, el límite propuesto es del 0,1 por ciento y para 2021 del cero por ciento.

Tras el visto bueno el viernes próximo del Consejo de Ministros, la senda presupuestaria pasará al Congreso donde el pasado 27 de julio fue rechazada por los votos en contra de PP, Ciudadanos, UPN, Coalición Canaria, Bildu y Foro Asturias y las abstenciones de Unidos Podemos, Compromis, ERC y PDeCAT frente al único respaldo de socialistas y nacionalistas vascos.

Por ello y para recabar apoyos, el Gobierno ha intensificado las negociaciones con los partidos y esta tarde, tras el Consejo de Política Fiscal, se reunirá con una delegación de Podemos encabezada por el secretario de Organización, Pablo Echenique.