El Ayuntamiento de Zaragoza quiere enterrar los puestos de libre designación, es decir, los nombramientos a dedo que tan mala fama acarrean a las instituciones públicas. El área de Régimen Interior ya ha sustituido sobre el papel este método para elegir a los altos cargos del consistorio --los de nivel 28 o superior-- por un concurso de méritos, un sistema, que al menos en apariencia, puede resultar más justo dado que permitiría evaluar y comparar las competencias profesionales de los candidato para acceder a un determinado puesto. Actualmente hay un centenar de cargos en el consistorio zaragoza elegidos a dedo.

La última Relación de Puestos de Trabajo (RPT), ya aprobada, contempla la sustitución de la libre designación por el concurso de méritos, aunque el propio listado de la plantilla reserva 17 puestos para nombramientos a dedo, para puestos como el del interventor, los secretarios de los coordinadores de área o el del chófer del alcalde. Es decir, que se siguen manteniendo algunos nombramientos de cargos de confianza a la elección del equipo de Gobierno municipal.

ELECCIÓN

El último gran paquete de nombramientos a dedo en el Ayuntamiento de Zaragoza tuvo lugar en el 2012, cuando se abrió una convocatoria pública de libre designación entre los funcionarios del Ayuntamiento de Zaragoza para 20 puestos de trabajo de nivel 28 para jefes de servicio o cargos superiores, entre ellos el jefe del servicio de Contabilidad.

Los procesos de elección de un cargo por libre designación se publicaban en boletín oficial. El requisito era ser funcionarios de carrera de cualquier Administración pública y haber prestado cinco años de servicios efectivos como funcionario integrado en el grupo A1. Los interesados en acceder al puesto presentaban una instancia ante la concejalía de Régimen Interior.

El nombramiento requería el informe previo de la coordinación del área de Presidencia, Economía y Hacienda, en el que se daba cuenta de la idoneidad de los candidatos en relación con los requisitos exigidos para el desempeño del puesto de trabajo, pero en definitiva no había concurrencia entre los candidatos.

Este procedimiento, común en todas las administraciones públicas, entrañaba polémica en numerosas ocasiones y alguno de estos procesos, concreto el citado del 2012, se ha saldado incluso con conflictos en el contencioso-administrativo de funcionarios que consideraban que no habían podido aspirar al cargo en igualdad de condiciones.

A esto se suman sentencias judiciales, como la del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA), que anulaba la reforma administrativa de la Diputación Provincial de Zaragoza en el año 2009, por la que se podían crear puestos por el sistema de libre designación.

Esta reforma establecía que una comisión designada por la propia institución provincial sería la encargada de la selección y adjudicación de diversas plazas de jefatura. CCOO llevó este asunto a los tribunales al considerar que estas plazas deberían salir por concurso-oposición y la sentencia judicial dio la razón al sindicato.

Precisamente, ante esta y otras resoluciones judiciales emitidas, administraciones como el Ayuntamiento de Zaragoza han decidido seguir la senda marcada por los jueces.

El resultado será que estos puestos se cubrirán por un concurso de méritos específicos, es decir, una valoración del curriculum de cada candidato y una valoración "más concreta y ajustada al puesto", indican fuentes de Régimen Interior. Todavía está por decidir si los aspirantes tendrán que hacer una memoria, una entrevista personal o ambas.