Jaca ha controlado la plaga de procesionaria que el pasado invierno llenó de orugas gran parte de los árboles del centro de la localidad. Según informó ayer el servicio de Parques y Jardines del municipio, tras la fuerte plaga de los últimos meses, en estos momentos se puede dar por controlado el problema.

En una nota de prensa el consistorio jacetano destacó que se ha inyectado de forma directa en el sistema vascular de los árboles afectados los productos fitosanitarios que a través de las hojas que ingieren llegan a las orugas. Esta técnica, conocida como endoterapia, aunque no es nueva, sí que ha sufrido un fuerte desarrollo en los últimos diez años, fomentada por la entrada del picudo rojo, plaga exótica que ha producido la muerte de miles de palmeras en España.

La efectividad de este tratamiento, en el caso de la procesionaria, es del 100% el primer año, según la empresa encargada de los trabajos de aplicación. Además, garantiza que en caso de que este procedimiento no surtiera el efecto deseado los técnicos contratados se encargarían de su eliminación por otros métodos.

La elección de este procedimiento experimental, que cumple con la normativa vigente, tiene que ver con la ausencia de pulverización de productos químicos en el ambiente, por lo que resulta inocuo para la salud de las personas y animales. Además, al introducir los tóxicos dentro de los árboles se evita que entren en contacto con otros animales que no se alimenten con las hojas a tratar.

Con una sola aplicación es suficiente en el caso de la procesionaria, según las conclusiones de los expertos y técnicos tras las pruebas experimentales realizadas en Jaca.