El Gobierno de Zaragoza aprobará mañana la orden para que se pueda producir una cesión de derechos de explotación del centro termal de Ranillas y evitar su cierre. Dos empresarios están interesados en hacerse cargo de la gestión de las instalaciones a cambio de una rebaja del canon anual. Una condición que han aceptado desde el consistorio con el objetivo de mantener abierto el centro y evitar el despido de 50 empleados.

El origen de esta decisión está motivada por la situación económica de la empresa que lo gestiona, ZH2O Agua y Ocio, en concurso de acreedores y en proceso de disolución.

En paralelo, ZH2O adeuda 100.000 euros a la empresa que suminisrta la energía, Districlima, que tras varias advertencias y requerimientos, ha procedido al corte de luz. Según fuentes municipales, el centro estuvo funcionando durante todo el día con generadores, algo que tendrá que seguir haciendo. Desde la empresa rehusaron hace cualquier declaración y se limitaron a decir que todos los servicios estaban en funcionamiento y que los «problemas técnicos» serían resueltos. Así lo calificaron en un comunicado que enviaron a todos sus socios informando de que «es posible que en 24 o 48 horas haya un corte puntual de luz».

El responsable de Economía, Fernando Rivarés, confirmó ayer que Districlima había cortado el suministro de luz al centro termal y que mañana se aprobará en Gobierno un cambio en las condiciones y las mejoras de la empresa en aras de que se haga realidad la cesión de la concesión que ponga fin a los problemas.

El ayuntamiento no puede rescindir el contrato con ZH2O Agua y Ocio, porque, por ley, tendría que volver a sacar a concurso público su explotación y eso, entre otras cosas, dilataría en el tiempo su reapertura. Por ello, se utiliza la fórmula de cesión, a la que ya ha dado el visto bueno el interventor municipal.

Entre las condiciones que han puesto sobre la mesa los dos empresarios que están interesados en las instalaciones se encuentra la rebaja del canon y su desvinculación de la deuda acumulada por la actual empresa con el consistorio, que asciende a 1,8 millones. Los todavía propietarios se reunieron ayer con los responsables de Economía del ayuntamiento para tratar de buscar alternativas económicas.

Al consistorio le urge encontrar una salida para evitar el cese de la actividad con la correspondiente fuga de clientes y pérdida de la confianza, por lo que está dispuesto a flexibilizar sus exigencias durante la negociación siempre que se evite echar la persiana y se mantenga a la plantilla actual.

El concejal de Economía cargó contra Districlima, a quien considera «un problema» para la gestión del Parque del Agua. Según el responsable de las finanzas, ha habido empresas que han estado interesadas en instalarse en este pulmón verde de la ciudad y que han descartado hacerlo «por las diferencias que caracterizan a esta suministradora, ya que saben que pagarán un 20% más de coste económico».