Los colegios de la capital aragonesa han tenido que alterar sus fiestas de final de curso, organizadas por las asociaciones de madres, padres y alumnos (Ampas). Pocos fueron los centros que pudieron incluir en su programación los hinchables, algo que se había convertido en una costumbre. El Ayuntamiento de Zaragoza tan apenas ha otorgado licencias de montaje y, en algunos casos en los que se había permitido la instalación, los ingenieros municipales no se han desplazado hasta el centro para dar el visto bueno definitivo. Es decir, que no se ha podido utilizar a pesar de tener todo en regla.

Es el caso del colegio público Hispanidad. Según explicaron desde dirección, ningún ingeniero municipal acudió para realizar la última inspección, así que, a pesar de tener la instalación -con el consiguiente gasto- no se puedo utilizar.

Desde Compañía de María explicaron que, por primera vez, les habían exigido presentar el seguro de responsabilidad civil y los certificados de seguridad de todos los hinchables, así como una memoria de los mismos. Salvo uno, el resto contaba con estas certificaciones aunque, no lograron la licencia. Desde el consistorio aseguran que se han limitado a cumplir con la normativa y con la interpretación, más restrictiva, que el juez ha realizado de la misma desde el incidente de la carpa de la cerveza en las fiestas del Pilar.