El Ayuntamiento de Zaragoza ha modificado la regulación de las subvenciones, de modo que las entidades que ahora obtengan una de estas ayudas tendrán que justificar el gasto del dinero público de forma más exhaustiva. Los colectivos que obtengan más de 50.000 euros tendrán que someterse a un auditor externo y, con carácter general, los gastos indirectos para todas las entidades no podrán superar el 25% el total. Es decir, que tres cuartas partes de la cuantía aportada para un programa concreto deberá ir destinada en concreto a esa iniciativa y no a otros gastos, como pago de nóminas o locales.

Estas nuevas medidas se han incluido ya, en un anexo, en el Plan Estratégico de Subvenciones que elaboró en su día el consistorio y que incorporan aportaciones para la mejora del control aportadas por los propios técnicos municipales, además de las novedades derivadas de la aprobación y entrada en vigor de la Ley de Subvenciones de Aragón, además de las recomendaciones que realizó la Cámara de Cuentas de Aragón en su informe de fiscalización. Las novedades, salvo alguna excepción, se aplicarán ya en la convocatoria de este 2015.

Estas incluyen también algunos cambios en los criterios generales de la regulación de las subvenciones. De este modo, en la tramitación de la concesión directa --el porcentaje de esta modalidad es cada vez mayor-- deberá acreditarse la "singularidad" de los beneficiarios que justifican que no se saque a concurso. Asimismo, las nominativas deben recogerse en el presupuesto municipal y el objeto deberá quedar detallado en el correspondiente convenio de colaboración. Las que se saquen a concurso deberán incluir obligatoriamente el baremo con los criterios para la concesión, así como la ponderación de los mismos.

Las modificaciones también establecen un límite en el gasto subvencionable, dado que solo se podrá financiar el 80% del coste total del proyecto, aunque esta prescripción en concreto entrará en vigor ya en el 2016. Para justificar el gasto realizado, la entidad deberá aportar una relación de justificantes por la totalidad del coste de la actividad subvencionada y el ayuntamiento podrá comprobar por muestreo el resto de los costes no acreditados. El listado de estas facturas deberá agruparse en gastos directos e indirectos, con un máximo de gastos indirectos que no podrá exceder del 25% del proyecto. Es decir, que no se podrán dedicar a pago de nóminas o de locales o de cualquier otro gasto ajeno al programa en concreto más de una cuarta parte de la asignación concedida.

Otra de las nuevas prescripciones que redundan en un mayor control del gasto realizado es para los grandes beneficiarios. De este modo, los colectivos que obtengan subvenciones concedidas por importe igual o superior a 50.000 euros deberán justificarla con la aportación de un informe de la cuenta justificativa elaborada por un auditor de cuentas.

BALANCE

La cuantía que el Ayuntamiento de Zaragoza destina a subvenciones ha experimentando un fuerte crecimiento en los últimos años. Un 71% desde la cantidad que se otorgó en el 2012 a la prevista en el 2015, atendiendo a las cifras que se manejan en el plan estratégico municipal que regula estas ayudas. De este modo, si en el 2012 se destinaron 10,7 millones a la actividad subvencional, en el 2015 está previsto que esta cantidad ascienda a los 18,3 millones de euros, es decir 7,6 millones de euros más.

Según se consigna en el informe de seguimiento de la actividad subvencionadora del pasado año, el ayuntamiento concedió ayudas y subvenciones por valor de 17,7 millones de euros, el 91% de la cantidad consignada en el Presupuesto municipal.