Zaragoza se ha convertido en un circuito de pruebas de autobuses eléctricos. Cinco modelos diferentes van a prestar servicio a lo largo del año y el que mejor se adapte a las necesidades y la orografía de la ciudad será el elegido para incorporarse de forma definitiva a la flota. Según la concejala de Movilidad, Teresa Artigas, la empresa que se encarga de la explotación del servicio, Avanza Zaragoza, se ha «comprometido» a que antes de final de año se disponga de vehículos eléctricos propios. El consistorio prevé la compra de cuatro unidades.

El primero en llegar ha sido un modelo chino, BYD, que comenzó a rodar con pasajeros el jueves de la semana pasada después de varios días haciéndolo cargado de bidones y que durante todo el mes de abril va a prestar servicio en la línea 38. De 12 metros de largo y con baterías de 324 kilovatios por hora, tiene un tiempo de recarga lenta en coches de 4 horas y 25 minutos y «está dando buen resultado», aseguró Artigas.

Precisamente, este año está previsto que se instalen placas fotovoltaicas en cocheras para dar servicio tanto al edificio como a los autobuses y que la recarga sea «100% renovable», explicó Artigas. También se está analizando la viabilidad de colocar una línea completamente electrificada con pantógrafos en las paradas para los modelos de carga rápida. Según la concejala, esta alternativa requiere de un «estudio exhaustivo» que estará listo en verano.

MODELOS

La prueba piloto se divide en dos fases. Una primera que comenzó con el modelo chino y se extenderá hasta principios de verano y que coincidirá en el tiempo con el Vectia, que circulará durante seis meses a partir de mayo.

Se trata de un vehículo parcialmente eléctrico y carga rápida que con una modificación del motor puede convertirse únicamente en eléctrico. En la segunda fase, que comenzará en octubre, el modelo King-Long se probará durante medio año en las calles de la capital. También está previsto que, en cuento salga al mercado, se inicien pruebas con el Irizar i2 durante otros tres meses.

Artigas explicó que según el resultado se decantarán por uno o por varios ya que, dependiendo de la ruta, el autobús debe responder a unas necesidades determinadas. Por ejemplo, el que presta servicio en las líneas que llegan hasta el barrio de Torrero (23 o 34), se tienen que enfrentar a un mayor desnivel y necesita más potencia. Por ello, es posible que no se opte por un único modelo sino que se haga por varios.

Este año ya se incorporarán a la flota vehículos eléctricos, aunque en paralelo haya alguno en pruebas. «El principal problema de este tipo de autobuses es su autonomía», añadió la concejala. La previsión del ayuntamiento pasa por comenzar con la compra de al menos cuatro buses eléctricos. Este tipo de movilidad «será una de las soluciones solo si va de la mano con la energía de origen renovable en la lucha contra el cambio climático y para tener una ciudad más sostenible y saludable», matizó Artigas.

El Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) tiene como objetivo convertir a la ciudad en la cuna de la movilidad sostenible y eléctrica. Sus propuestas no se limitan a los autobuses urbanos, sino que quiere que se haga extensible al vehículo privado y al transporte de mercancías. Por ahora, ha comenzado con este proyecto piloto que para Avanza Zaragoza también será decisivo a la hora de apostar por un modelo u otro para la compra de vehículos en otras ciudades.