El Ayuntamiento de Zaragoza va a poner en marcha un programa piloto para prolongar el tiempo de integración de los refugiados en la ciudad una vez finalizado el Programa Estatal de Refugio, con una duración prevista de 18 a 24 meses.

La vicealcaldesa y concejala de Derechos Sociales, Luisa Broto, acompañada por el coordinador de área, Nacho Celaya, presentó ayer este programa piloto, que se desarrollará de septiembre a diciembre de este año de la mano de la organización sin ánimo de lucro Accem, una de las entidades seleccionadas por el Gobierno central para gestionar el programa estatal.

Aunque la administración local no tiene competencias para gestionar los recursos destinados por el Gobierno estatal a la acogida, que se hace mediante entidades, Broto explicó que el Ayuntamiento de Zaragoza «quiere ensanchar los marcos de lo posible» ya que no pueden «quedarse parados».

De esta manera, el programa piloto se llevará a cabo con un máximo de 16 personas de diferentes perfiles, y estará gestionado por Accem mediante una subvención del consistorio de 38.000 euros destinada a atención social, alojamiento y manutención, ayuda para encontrar empleo y mejora del idioma.

INSUFICIENTE

En los últimos tres años, la capital aragonesa ha acogido a 295 refugiados, «no llega a cien cada año», incidió el coordinador del área de Derechos Sociales, mientras que la vicealcaldesa consideró que se podría doblar el número de plazas de acogida.

Asimismo, Broto recordó que el día 26 de septiembre expira el plazo que la Unión Europea impuso a España para que acogiera a 17.337 personas y que, a fecha de hoy, únicamente ha llegado a España un 11% del total.

Por ello, representantes municipales de Zaragoza, en este caso será Broto, y de ciudades como La Coruña, Barcelona, Cádiz, Córdoba, Granada y Madrid pedirán al Gobierno información de los Fondos de Asilo, Migración e Integración (FAMI) que se trata de 330 millones de euros que la Unión Europea destina a España y que en buena parte van a parar al control de fronteras y no a la atención de personas. Esto podría permitir que las entidades locales puedan gestionar la acogida de demandantes de protección internacional.

La vicealcaldesa explicó que su plan de autonomía e integración se presentó en la Secretaría General de Inmigración y Emigración española y no obtuvo ninguna respuesta. Como medida temporal, se ejecutará este programa con financiación propia.

De esta forma, «se va a dotar a la ciudad de Zaragoza de un recurso municipal de acogida a personas refugiadas de carácter complementario al estatal que permita atender las necesidades que no quedan cubiertas por dicho programa». En este sentido, la concejala indicó que este proyecto trata de abrir «vías más cercanas, más especializadas y más sensibles a las necesidades de la personas demandantes de protección internacional».