El Ayuntamiento de Zaragoza permitirá que los pequeños proveedores que emitan facturas de menos de 5.000 euros las realicen de forma tradicional y no de forma telemática como establece la normativa a partir de ahora. La facturación electrónica será de uso obligatorio en las relaciones comerciales con las administraciones publicas a partir de febrero del 2015, pero desde el área municipal de Economía se ha querido hacer una excepción con las facturas de menor cuantía.

De este modo, el vicealcalde Fernando Gimeno ha emitido un decreto sobre exclusión de la obligación de facturación electrónica prevista en la ley en la que se regula el impulso de la factura electrónica y la creación del registro contable de facturas en el sector público. En este, se permite a las administraciones públicas excluir reglamentariamente de esta obligación de facturación electrónica a las que sean de menos de 5.000 euros.

Por eso, indicaron fuentes de Economía, se ha decidido hacer una excepción del uso de la factura electrónica para facilitar su emisión a los pequeños proveedores, dado que se había constatado que para muchos de ellos era un problema hacer frente a esta obligación. De este modo, cuando el ayuntamiento reciba la factura en papel, el servicio de Contabilidad la escaneará y la volcará en el sistema como si se tratase de una factura electrónica, integrándola junto a las de mayor cuantía.

La factura electrónica es el equivalente a una en papel y cumple con los requisitos legales y reglamentariamente exigibles a este tipo de documentos, además de garantizar la autenticidad de su origen y la integridad de su contenido. Con su generalización, el objetivo es optimizar los procesos, reducir los costes y mejorar el tiempo de cobro. El ayuntamiento ya firmó el pasado año un convenio con una entidad bancaria para facilitar que los proveedores realizasen estos trámites mediante una pasarela de pago simplificada.