El Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) anunció ayer las primeras consecuencias del polémico viaje a Nueva York que el coordinador de su grupo municipal, Guillermo Lázaro, hizo en octubre del año pasado y que, tal y como adelantó EL PERIÓDICO, pagó con fondos del grupo municipal. El primer paso lo dio él mismo, dimitiendo de todos sus cargos de responsabilidad, el de coordinador y como miembro del consejo de administración de la sociedad Ecociudad (que gestiona el saneamiento en Zaragoza). Será relevado «de forma temporal» por José Antonio Pérez -también asesor (que pertenece a IU)- y hasta que se resuelva la «investigación interna» que ha abierto la formación para esclarecer un hecho que, admitieron, conocían «desde marzo». Es decir, tras dos meses sin hacer nada y pese a que sus nueve concejales y la coordinadora conocían lo ocurrido, él se aparta. Pero no se va. Seguirá trabajando y cobrando, como asesor técnico, una categoría que ya tenía y por la que percibía unos 36.000 euros al año pese a sus labores de coordinación.

«Nos ha parecido bien, era lo más oportuno», valoró el portavoz de ZeC, Pablo Muñoz, que fue el encargado de dar la cara después de que el alcalde, Pedro Santisteve, evitara en numerosas ocasiones pronunciarse sobre lo ocurrido o siquiera si apoya la versión de Lázaro o se la cree. «Se ha ido de madre, hablando claro», opinó el primer edil, aferrándose a los mismos argumentos esgrimidos luego por Muñoz: que «en ningún momento se ha dispuesto de dinero público», que hay que «dejar que los órganos internos se pronuncien» y que se está «intentando buscar enfrentamientos y falsos disensos» que él, con su silencio, alimentaba.

LA 'CUENTA B'

Todas las explicaciones las dejaba en manos de Muñoz, que comparecía acompañado de la portavoz de la coordinadora de ZeC, Maribel Martínez, poco después de confirmarse su dimisión en la reunión de urgencia del Gobierno municipal. Y había mucho que aclarar. «En ningún caso es dinero público. Es dinero de ZeC», remarcó el concejal. Porque el viaje a Estados Unidos de su coordinador, argumentó, no se cargó en la cuenta desde la que opera el grupo municipal para sus gastos ordinarios, sino en una segunda cuenta «en la que los concejales pueden donar el sobrante de su sueldo», la «cuenta b», que es «donde se cargan los gastos que la organización considera aceptables». ¿Quién es el titular de esa cuenta? El grupo municipal Zaragoza en Común, respondió Muñoz, pero porque es «el único que tiene entidad jurídica» para ello.

«Se está haciendo un uso indebido de una información», apostilló Muñoz, quien añadió que «el propio grupo municipal piensa que se trataba de un error subsanable del dinero interno de la organización» y que hablar de dinero público responde más a «una campaña con el objetivo de batir a ZeC». «Estamos tranquilos. Nos suele unir bastante que se nos ataque», expuso el edil, quien añadió que la decisión de mantenerle se adoptó «por unanimidad» de los nueve concejales. Mientras, Martínez admitió que la coordinadora conocía esta polémica pero no tenían «capacidad» para «cesar o hacer dimitir» a Lázaro.

Así, apelaron a la investigación interna para determinar si hay más consecuencias. Pese a que detectaron el «error» de Lázaro seis meses después de que hiciera el viaje y llegaran los cargos a la cuenta de ZeC, abonados en otoño y por un total de 2.814 euros, desde un «proveedor habitual», la agencia de viajes Turopa, con la que el coordinador contrató su viaje a Estados Unidos. «A mí también me podría haber pasado porque yo las cuentas no las miro mucho», justificó Muñoz. Él es el responsable de la gestión de esa cuenta pero tampoco se percató hasta marzo.