Los estragos que la superpoblación de conejos está causando tanto en la ribera de Navarra como en tierras de Lérida y Tarragona han disparado las alertas en la comunidad aragonesa. No obstante, desde el Gobierno de Aragón se recuerda que el Plan de Caza del 2007 ya había previsto la ampliación de las fechas para esta especie de caza menor en una serie de municipios con el objetivo, precisamente, de controlar futuros daños. Y la misma previsión se ha incluido en el texto del plan correspondiente al 2008 que se publicará en breve.

Los agricultores de un buen número de poblaciones de la ribera de Navarra han llevado hasta seis informes de pérdidas al Parlamento foral. Y es que, si hasta ahora se venían denunciando los daños provocados en los cultivos, ahora también se añaden graves afecciones en las infraestructuras de riego.

Entre las valoraciones económicas se incluye, por ejemplo, el caso de Corella, que cifra los daños totales en 466.400 euros, en su mayoría en cultivos de olivo, cereal, frutales, hortalizas y viñas, pero también en quince kilómetros de acequias.

El caso es que los daños en los cultivos son responsabilidad de los cotos, que son los titulares de las zonas de caza y quienes deben controlar las poblaciones cinegéticas.

EN ARAGÓN No obstante, en Aragón, para favorecer el control de este animal se ha creado un amplio listado de municipios en los que se admite la existencia de una superpoblación de conejos y se permite la caza con perro desde mediados de agosto hasta el 1 de abril. "E incluso si es necesario se permite una nueva ampliación y el uso de cajas trampas, cepos, etc. Porque en Aragón tenemos medios suficientes para controlar una posible plaga", afirma el presidente de la Federación de Caza, Fernando Tello.

Estos pueblos son los siguientes. En Huesca: Albelda, Albalatillo, Alcalá de Gurrea, Alcampell, Alcubierre, Almudévar, Ballobar, Belver de Cinca, Candasnos, Castejón de Monegros, Fraga, Gurrea de Gállego, Huesca, Lanaja, Monzón, Ontiñena, Peñalba, San Juan de Flumen, Sariñena, Sena, Torrente de Cinca, Valfarta y Villanueva de Sigena.

En Teruel: Vinaceite. Y en la de Zaragoza: Agón, Aguarón, Alfajarín, Alfamén, Almonacid de la Sierra, Botorrita, Bujaraloz, Calatorao, Cariñena, Cosuenda, Epila, Farlete, Figueruelas, Fréscano, Gelsa, La Almolda, La Muela, Las Pedrosas, Leciñena, Longares, Lucena de Jalón, Lumpiaque, Magallón, María de Huerva, Mezalocha, Monegrillo, Mozota, Muel, Perdiguera, Pina de Ebro, Plasencia de Jalón, Rueda de Jalón, Salillas, San Mateo de Gállego, Tauste, Villafranca, Villanueva de Gállego, Villanueva de Huerva y Zuera.

Desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos confirman que en la zona no existe tal peligro, y que la situación está controlada.