La Escueleta, una escuela de educación libre y activa para niños de 0 a 6 años en Huesca, ha lanzado una campaña de recogida de fondos para ampliar y mejorar sus instalaciones debido al aumento del número de familias que se han interesado por el proyecto, quince hasta el momento.

La iniciativa, que promueve fórmulas alternativas para educar a los más pequeños por medio de juegos y en contacto con la naturaleza, nació en 2011 con cuatro familias y una educadora, una cifra que se ha multiplicado por tres y que ha hecho necesario trasladar la iniciativa a un nuevo terreno más amplio para desarrollar las actividades.

"Al comienzo ubicamos el proyecto en un local cedido y usábamos un parque cercano como espacio exterior, después pasamos a ocho familias y alquilamos una casita en un huerto a las afueras de Huesca pero se nos ha vuelto a quedar pequeño", ha explicado a Efe Berta Moya, una de las educadoras de La Escueleta.

La nueva casa está situada cerca de la ermita de Nuestra Señora de Salas, a un kilómetro al sudeste de Huesca, al que se llega por un camino asfaltado que parte de la avenida de los Danzantes, cerca del inicio de la carretera de Sariñena, "un entorno privilegiado que nos cuesta más dinero mantener", ha señalado la educadora.

"Tenemos que convertir una destartalada caseta de monte en un auténtico espacio de convivencia, aprendizaje y crecimiento personal para nuestros hijos e hijas", ha asegurado Moya, quien ha animado a participar a todas aquellas personas interesadas en fomentar "un modelo de educación diferente, basado en la libertad, el respeto y el impulso de la creatividad de los niños".

El proyecto necesita reunir 4.000 euros para comprar materiales y llevar a cabo trabajos de instalación de placas solares, un sistema de agua potable, calefacción, limpiar la zona exterior, crear un invernadero, construir una fosa séptica, acondicionar una pequeña cocina y los baños y pintar todo el conjunto.

La recaudación la realizan a través de la plataforma Lanzanos.com y a falta de 36 días para que finalice la campaña han recibido 25 apoyos, lo que se traduce en 1.270 euros, el 31 por ciento de lo que necesitan reunir.

La Escueleta no quiere competir, convertirse en algo individualista, ni compararse con la escuela pública, de la que se consideran defensores, "pero los profesionales de la educación y el propio sistema tienen las condiciones que tienen y queríamos brindarle a los niños y a los padres otra alternativa", ha explicado Mayo.

Las familias pagan una cuota de 150 euros al mes para mantener La Escueleta, que emplea a dos profesoras para atender a doce niños, un ratio que se ha convertido en una de las principales razones que atrae a las familias.

"La escuela es un espacio educativo respetuoso con el avance vital de nuestros hijos y además tienen mucha atención y libertad, algo que no encontramos tan fácilmente en el sistema educativo habitual", explica Sara Izarbe, una de las madres que lleva a su niña, Irati, de cinco años, y a su hijo de Acher, de dos, a este centro.

A La Escueleta acuden familias de la capital oscense y de varios municipios de la provincia que, como Izarbe, buscan que a sus hijos "no les corten las alas, no se queden sentados durante horas delante de una pizarra con menos de seis años y donde se les aporte la libertad para decidir qué quieren hacer".

El horario en esta escuela libre, constituida de forma legal a través de la asociación sin ánimo de lucro Bolondrina, comienza a las 9 de la mañana y termina a las 14.00 horas, tiempo que los niños y los padres de los menores de 2 años utilizan para desarrollar competencias en un entorno natural, trabajar en un huerto y configurar, a partir de las opiniones de los pequeños, su propio programa educativo.