La punta de la crecida del Ebro discurre ya por Cataluña, donde los pueblos ribereños esperan que los embalses contengan las posibles inundaciones, y lo ha hecho tras dejar unas 45.000 hectáreas anegadas en Álava, La Rioja, Navarra y Zaragoza y unas pérdidas agrarias estimadas de 50 millones de euros.

Éste es el balance provisional al que se refiere la Coordinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas (COAG) en un informe en el que calcula que el Ebro ha afectado a 28.000 hectáreas en Aragón, 12.000 en Navarra, 3.000 en La Rioja y 1.500 en Álava.

Además, en estos días han tenido que ser evacuadas múltiples explotaciones ganaderas, con el traslado de 20.000 cabezas de porcino, vacuno y ovino principalmente.

Se calcula que las pérdidas en el sector agroganadero ascienden a unos 50 millones de euros, aunque aún es pronto para hacer una estimación fiable, puesto que aún permanecen anegadas miles de hectáreas.

Por otro lado, las zonas inundadas de las comunidades aragonesa, navarra y riojana han recibido hoy una doble visita: la de la ministra de Agricultura y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, y la del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.

La primera ha anunciado que el Consejo de Ministros del viernes aprobará un decreto de ayudas a los afectados por las inundaciones del río Ebro, con 4 millones destinados a Aragón, otros 4 a Navarra, y 3,6 a La Rioja.

Durante su visita al Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la CHE en Zaragoza, la ministra ha defendido el papel de las infraestructuras hidráulicas para regular los ríos y ha advertido de que si el recrecimiento del pantano de Yesa "hubiera sido realidad" habría absorbido "de manera importante" esta última avenida del Ebro, declaraciones que Sánchez ha calificado de "vergüenza".

Éste, por su parte, ha pedido al presidente de la nación, Mariano Rajoy, que visite la zona y "pise el barro".

"¿Que coño tiene que pasar en este país para que Rajoy visite la ribera del Ebro, para que vea in situ la catástrofe natural que estamos viendo nosotros aquí?", se ha preguntado Sánchez, que ha dicho sentirse "absolutamente indignado" por la "descoordinación", "desgobierno" e "irresponsabilidad" del Gobierno de España y de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ante "caótica gestión" esta crecida.

Después de cinco días de extrema tensión a causa de esta avenida extraordinaria del Ebro, los pueblos ribereños de Zaragoza han pasado una noche sin sobresaltos, puesto que el caudal del río ha comenzado a descender paulatinamente en estas poblaciones.

Después de que ayer se desestimara la posibilidad de desalojar Pina de Ebro, durante toda la noche se ha estado trabajando en Quinto de Ebro para reforzar la mota de protección del casco urbano, y en Gelsa, localidad a la que la punta de la crecida ha llegado a las 4.00 horas, también la Confederación Hidrográfica del Ebro ha reforzado el dique de contención con maquinaria pesada.

A pesar de que el caudal disminuye poco a poco, casi 600 personas han seguido trabajando hoy en el dispositivo puesto en marcha para garantizar la seguridad de los ciudadanos.

La avenida del Ebro sigue ahora su camino por Cataluña, aunque es previsible que el pantano de Mequinenza, en el límite de las comunidades aragonesa y catalana y que es el mayor del tramo final del Ebro, pueda absorber todo el volumen de agua que ha pasado por Navarra y Aragón, aunque hoy mismo se encuentra al 94,94 por ciento de su capacidad.

En Alagón (Zaragoza), en la Ribera Alta zaragozana, se ha abierto esta tarde la primera oficina de atención a los afectados y dentro de unos días se abrirá la de Quinto, cuando acabe de pasar la cresta de la avenida, con el objetivo de atender "cuanto antes" a la gente "con la mayor exactitud y prontitud", según el Gobierno de Aragón.

Por otro lado, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y SeoBirdLife han recordado hoy que las avenidas de los ríos son un "fenómeno natural" y que "la única forma de reducir los daños" es "respetar y restaurar" los ríos dejándoles su espacio.