La constantes lluvias de los últimos días, unidas al deshielo propio de la época, han provocado un aumento del caudal del río Gállego que obligó ayer a cortar varios caminos paralelos a su paso por Zaragoza por seguridad, ya que ninguna vivienda se vio afectada ni hubo riesgo de desalojo.

A primera hora de la mañana, el caudal alcanzó los 3,15 metros de altura, lo que provocó que se desbordara por alguno de sus tramos y obligara a la Unidad Verde y a la Policía Local a cortar varios accesos para evitar problemas y realizar labores de vigilancia y control del avance del río. A diferencia de otras ocasiones, esta vez no fue necesario desalojar ninguna vivienda de las urbanizaciones del entorno de Santa Isabel.

El susto duró pocas horas, ya que, a las 7 de la tarde, el río el caudal ya había descendido hasta los 2,83 metros, según el sistema de medición de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). Desde el consistorio aseguraron que se trataba de una «afección puntual» y que no entrañaba riesgo alguno. Se espera que el río vaya recuperando la normalidad a lo largo de la jornada de hoy, siempre que no vuelva a caer una tromba de agua.

Por otro lado, y también como consecuencia del deshielo y las tormentas, los pantanos de Mediano y El Grado comenzaron ayer a desalojar agua de sus embalses.

Por los tres aliviaderos de la presa de El Grado están saliendo 160 metros cúbicos por segundo. Hacía tres años que no se ordenaba un desembalse de esta magnitud, que seguirá durante los próximos días.