Desde el 2008 los presupuestos de los ayuntamientos para las fiestas de los municipios han ido cayendo a cifras nunca vistas. Fue en el 2011 cuando se llegó a los presupuestos más bajos y algunas localidades tuvieron que recortar hasta un 40% lo destinado para las fiestas, muchas de ellas celebradas en los meses de julio y agosto. Ahora, cuatro años después, son varios los ayuntamientos que han congelado este presupuesto. Otros, sin embargo, han aumentado una mínima cantidad gracias a otras partidas, pero la urgencia social derivada de la crisis hace que la mayoría de consistorios no se plantee volver a los números de las épocas de bonanza.

Dar más por menos. Esta es la máxima que todos repetían el año pasado. Este año, la regla es "sumar entre todos". En el Ayuntamiento de Teruel han mantenido la partida de 200.000 euros de los últimos años en un intento por que las fiestas de la Vaquilla salgan adelante de forma colaborativa. "Queremos sumar cosas entre todos. Preparamos las partidas con otras concejalías y nos ayudan las asociaciones, clubs deportivos y las peñas", explica Javier Domingo, concejal de Deportes y Festejos. "En épocas económicas como la actual, esta es la norma aunque, si las cosas van mejor, la subiremos".

Algo con lo que coinciden en el consistorio de la capital oscense. En Huesca, a unas semanas de que empiecen las fiestas de San Lorenzo, ya tienen todo preparado. El presupuesto ya subió el año pasado en 33.000 euros destinados a medidas para minimizar el botellón del parque de La Manzana. Fueron en total 403.000 euros, mientras que este año se han presupuestado 412.000. El aumento responde a una campaña de sensibilización ambiental que el consistorio oscense ha lanzado para hacer frente a las afecciones que se crean durante los festejos. En cualquier caso, desde el ayuntamiento aseguraron que el nuevo Gobierno local seguirá la línea de sostener el presupuesto y conseguir más patrocinios privados como ya han hecho este año.

PRIORIDADES

En Calatayud e Illueca también han congelado el gasto. Lo tiene claro José Manuel Aranda, alcalde del municipio bilbilitano, que asegura que "en momentos de crisis hay otras prioridades sociales y empresariales que hay que atender" por lo que, de momento, no aumentarán los 45.000 euros de presupuesto; un montante que llegó a ser de 140.000 euros antes de la crisis. "La bajada del caché de algunos artistas ha facilitado también que podamos hacer unas fiestas dignas", explica Aranda.

En Illueca, el ajuste importante llegó en el 2011, con una reducción del 25% del presupuesto. "Nos hemos podido mantener gracias a la comisión de festejos, pero ha habido actos, como el vermú gratuito, que hemos tenido que suspender". Ahora para entrar al pabellón por la noche han comenzado a cobrar.

Un año más, la clave en Biescas es la organización. Para conseguir unas fiestas dignas, Luis Estaún, el alcalde del municipio, hace hincapié en que este año sí han podido gastar más en alguna cosa puntual, como en las reinas de fiestas, pero que la partida se mantiene más o menos estable en los 80.000 euros.

Otros municipios todavía están cerrando sus cuentas para septiembre y octubre, como es el caso de Alcañiz o Fraga, donde la tendencia ha sido mantener congelado el presupuesto.