El proceso de votación de los presupuestos participativos del Ayuntamiento de Zaragoza finalizó anoche envuelto en la polémica. Según denunció Ciudadanos (Cs), entre «500 y 800» vecinos empadronados en Miralbueno no pueden votar las propuestas de su barrio ya que aparecen censados en Oliver.

Así lo denunció ayer el portavoz de la formación naranja, Alberto Casañal, que solicitó durante la sesión plenaria la paralización de forma temporal del proceso por las «posibles irregularidades» detectadas. Al parecer, podría estar sucediendo lo mismo en otros distritos. La concejala de Participación, Elena Giner, que no se pronunció sobre la suspensión solicitada, explicó que se ha pedido información a los técnicos para saber si ha habiado alguna incidencia.

Casañal denunció un fallo en la distribución del censo que repercute directamente en la asignación que cada barrio recibe de los presupuestos participativos, al ser el número de población uno de los requisitos que se tiene en cuenta para la distribución de la inversión.

El también presidente del distrito de Miralbueno apuntó que también se ha detectado en el barrio de La Almozara, por lo que no descartó que esté repitiéndose en otros y no se haya visualizado hasta ahora. Además, no descartó que en la edición del año pasado se hubiera reproducido el mismo error.

Por ello, instó a Giner a que parece el proceso hasta que se valore si se trata de un hecho aislado y momentáneo o realmente se han asignado de forma equivocada los empadronamientos.

Entre los ejemplos que expuso Casañal destacó el del colegio de Miralbueno, donde la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) ha presentado varias propuestas de mejora del centro y sus alrededores y un grupo de padres ha denunciado que no puede votarlas porque aparecen censados, de forma errónea, en Oliver.

Hoy se conocerán cuáles son las propuestas definitivas y más votadas por los vecinos, además de los proyectos de ciudad propuestos por los ciudadanos.

Este año la asignación económica asciende a diez millones, de los que dos son para grandes obras que beneficiarían a toda la ciudad y uno para barrios rurales. En este caso, todavía no se ha alcanzado un acuerdo entre los alcaldes sobre cómo llevar a cabo el proceso.