El sindicato CSI-F exige a la administración que cesen los descuentos que se realizan a los docentes por enfermar ya que considera que la incapacidad laboral de un trabajador no puede ser un castigo añadido a su nómina.

Según informa en una nota de prensa, se pide que los docentes cobren el cien por cien desde el primer día de incapacidad temporal, dado que la situación acarrea "graves consecuencias" como que se acuda enfermo a trabajar, lo que supone un riesgo para alumnos y compañeros, así como "una merma considerable" de la calidad de la Enseñanza.

El sindicato estima que los descuentos pueden oscilar entre 300 y 500 euros en el caso de los maestros y entre 400 y 600 euros en caso de los profesores, cantidades que aumentan "considerablemente" si se trata de docentes con bastante antigüedad, que suelen ser la mayoría de los casos, por tratarse de afectados de mayor edad.

Las bajas docentes más comunes están relacionadas enfermedades propias de la profesión como pueden ser afonías, faringitis, problemas cervicales o lumbares, que no están recogidas en las excepciones para que no se produzca el "sangrante descuento".

Además, cataloga como "ridículas" algunas de las enfermedades que se recogen por "su inexistencia generalizada" como el cólera, la difteria, la lepra, la rabia o la peste.