El sindicato CSIF considera que ya es hora de establecer un calendario más pedagógico que el actual y que se ajuste más a las necesidades formativas del alumnado.

El próximo viernes está convocada la Mesa Sectorial de Educación para tratar, entre otros asuntos, la negociación del calendario escolar aragonés del próximo curso 2017-18 y CSIF quiere poner como ejemplo el actual calendario escolar de Cantabria, similar al calendario pedagógico francés, pero que mantiene las festividades tradicionales y culturales de nuestro país.

Considera CSIF que una propuesta razonable consiste en distribuir los 175 días lectivos del curso en cinco periodos bimensuales: los tres tradicionales, coincidentes entre las vacaciones de Navidad y Semana Santa, y dos periodos más intermedios con una semana de descanso entre ellos, tal y como se hace actualmente en la comunidad autónoma de Cantabria.

Se trata de evitar periodos descompensados como los vividos en este curso, en el que el primer trimestre en Aragón ha durado cuatro meses y el tercero no va a llegar a los dos, indica CSIF.

En opinión del sindicato también es necesario establecer un calendario escolar y laboral fijo, que no vaya cambiando cada curso, algo que cree que favorecerá el proceso de enseñanza para el docente y el proceso de aprendizaje para el alumnado.

El sindicato es consciente de que la conciliación familiar es un problema a tener en cuenta, del mismo modo que lo ha sido la instauración de la jornada continua en Aragón.

Sin embargo, indica que son muchas las familias que ya demandan este tipo de calendario pedagógico porque consideran que será "un beneficio para sus hijos".

"Los problemas de organización los padecen igualmente con el actual calendario escolar y las nefastas políticas empresariales de conciliación laboral y familiar de nuestro país", añade.

Igualmente considera que del mismo modo que con los tiempos escolares son más los miedos al cambio que los problemas reales que generan dichos cambios.

CSIF entiende que hay que adaptarse al siglo XXI, "apostando por un calendario pedagógico y racional que favorezca las necesidades educativas del alumnado y dejar de marear a las familias y al profesorado cada año con un calendario escolar distinto".