Los sindicatos CCOO y CSIF exigieron ayer por separado al consejero de Sanidad, Ricardo Oliván, la negociación de los recortes que pretende acometer la Administración, aunque su posicionamiento respecto a la posibilidad de adherirse a la huelga convocada por CESM es distinto. Mientras que CCOO se dio "dos días" para decidir si se suma a la convocatoria, CSIF advirtió de su falta de apoyo al paro tras la vía negociadora abierta por la consejería.

Las reuniones, eso sí, provocaron una nueva oleada de críticas hacia la gestión del departamento. Así, CCOO censuró que las medidas anunciadas hace unos días y que incluyen la supresión de complementos retributivos, "no han sido negociadas". Este sindicato exigió a Oliván que "ponga todas las cartas encima de la mesa y se pacten estos recortes y los que, seguro, se acometerán más adelante, porque con lo que se ha dicho no se cubren los 80 millones que quieren ahorrar", apuntó el secretario de sanidad, Juan Urdániz.

En este sentido, CCOO invitó al consejero a que lleve sus propuestas a la mesa sectorial y reiteró sus condiciones para no sumarse a la convocatoria de huelga. "No admitiremos que sea una negociación exclusiva de la Administración con CESM y, si quiere negociar con un comité de huelga, tendrá huelga porque esto no solo afecta a médicos y enfermeros".

CSIF, por su parte, insitió en criticar gran parte de las medidas "muy drásticas" adoptadas desde el Ejecutivo, y abogó por la contratación de personal para cubrir los turnos de tarde mediante concursos de traslados y oposición. Asimismo, tampoco compartió la productividad variable pretendida desde la Administración, aunque se desmarcó de la posibilidad de sumarse a la convocatoria de huelga. "No la apoyamos mientras haya diálogo y un ámbito de negociación", expuso Evangelino Navarro, que, aunque abogó por la "unidad sindical" avisó, sin embargo, de que "aunque creemos que no debemos convocar una huelga, eso no quiere decir que no estemos abocados a ella".

En este sentido, CSIF subrayó que "buena parte de los recortes que se pretenden aplicar son una consecuencia directa del desconocimiento de la Administración del mapa real de la plantilla del Salud". Además, Navarro apeló al "perjuicio económico" que supondría el paro para los trabajadores del sector sanitario. "90 euros por día de huelga para los celadores y 350 para los médicos", concretó.