Un treinteañero vecino del municipio turolense de Castelnou admitió ayer ante la Audiencia Provincial de Zaragoza que en junio del 2015 quebrantó una orden de alejamiento y que le dio una paliza a su entonces novia. Unos hechos por los que Jacobo Jordán Gañán ha sido castigado con un año de cárcel y con otros dos años y medio de prohibición a acercarse a su víctima a menos de 300 metros. Suma ya la cuarta condena en menos de cinco años por malos tratos. Las dos últimas se corresponden con su última pareja.

Los hechos ocurrieron durante la mañana del 22 de junio del 2015 cuando Jacobo Jordán Gañán se desplazó desde la localidad en la que vive hasta el bar de la estación de autobuses de Quinto (Zaragoza), donde se encontraba la víctima junto a su padre. Inicialmente, se acercó para hablar con ella, pero la mujer acabó subiendo al vehículo y ambos viajaron hasta Castelnou. Fue en el municipio turolense donde infligió las lesiones por las que ayer fue juzgado. Tras el episodio violento, el encausado y la víctima se montaron en el coche y ella regresó a su domicilio en Quinto.

En un primer momento, la víctima denunció que todo había sido un secuestro, si bien los testigos, entre ellos el propietario del establecimiento hostelero, lo negaron, ya que incidieron en que la mujer había subido por su propia voluntad al turismo de Jordán Gañán.

La versión inicial desembocó en que el abogado de la acusación particular, Alfonso Bayo, llegara a solicitar una condena de hasta doce años de prisión, si bien ayer decidió retirar dicha solicitud y adherirse a la acusación realizada por el representante del ministerio público.

La víctima sufrió lesiones múltiples, especialmente en las rodillas. Tuvo que ser atendida en el hospital Clínico Lozano Blesa de la capital aragonesa. Recibirá 240 euros de indemnización.