El vandalismo volvió ayer a las calles del barrio zaragozano de Delicias, solo que en esta ocasión no se cebó con los contenedores, como es habitual, sino en cuatro motocicletas aparcadas en la calle Santa Orosia. El fuego afectó al portal frente al que estaban estacionadas, que además acababa de ser reformado, y a la puerta de un taller de coches contiguo.

El fuego, explicaron fuentes de bomberos, se declaró a las 4.20 horas, por causas que investigará la Policía Científica. Aparentemente se trata de un incendio intencionado, ya que no hay motivo aparente para una combustión espontánea.

Las llamas calcinaron por completo los cuatro vehículos, que según explicaba un empleado del taller afectado, pertenecen a vecinos de la zona, no a clientes del establecimiento comercial. Él mismo se encargó de dar aviso a un par de ellos, a los que conocía. El resto se llevaron el disgusto al ir a recogerlas o con la llamada de la Policía. Mientras, el trabajador se afanaba en tapar la puerta derretida para evitar intrusiones hasta que pudiese ser arreglada definitivamente.

También se lo llevaron los vecinos del número 21 de la calle, frente al que ardieron los ciclomotores. Particularmente una vecina del primero, cuyo balcón resultó afectado, pero también el resto de la comunidad.

Y es que, según explicaba el administrador de la finca, apenas hacía dos meses que habían cambiado el portal, para hacerlo accesible con una pequeña rampa en lugar del escalón con el que antes contaba el acceso. Aprovechando la obra se remodeló por completo el portal, y los cristales no llegaron a reventar, al ser de calidad. Pero sí que se rajaron por efecto de las altas temperaturas, y habrá que cambiarlos igualmente, lamentaba.

El seguro de la comunidad correrá con los gastos, salvo que la investigación pueda dar con los autores del incendio y estos puedan responder por los daños causados. Lo cual sería de gran ayuda para los dueños de los vehículos, ya que los seguros tradicionales no suelen cubrir los siniestros por incendio intencionado, salvo que estén a todo riesgo.

Esta es, al menos, una queja habitual de los propietarios de coches afectados por incendios de contenedores, que aunque han descendido en los últimos años siguen siendo demasiado frecuentes en las calles de la capital aragonesa.