La aparición en Tardienta de cuatro ovejas y una cría muertas vuelve a levantar las sospechas de un nuevo ataque del lobo. Los restos de los animales -que fueron descubiertos ayer por la mañana en una explotación ganadera de la localidad oscense con claros signos de haber sido atacados por un depredador- fueron trasladados al centro de recuperación de fauna silvestre de La Alfranca para que se les practique la necropsia y, de esta manera, se confirme si fue un lobo o si fue otro depredador el que llevó a cabo el ataque a las ovejas.

El responsable de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA) en Monegros, José María Alcubierre, explicó a este periódico que, aunque todavía no se sabe si ha sido un lobo, hay «muchas posibilidades» de que así sea, puesto que en la zona sur de la sierra de Alcubierre, por donde parece que se movía el animal, se han ido protegiendo las explotaciones, causa por la que se habría desplazado hacia el norte. En ese sentido, puso el acento en que en estos lugares «lamentablemente», ya han tenido que dejar de usar los pastores eléctricos y encerrar al ganado por las noches para evitar ataques, un hecho que, a su juicio, también tendrán que asumir en el área más al norte, donde se ha registrado este nuevo suceso. «Vamos a cambiar nuestro sistema de trabajo y de vida por el tema del lobo», recalcó el representante de UAGA y ganadero de ovino. En ese sentido, subrayó que en la sierra de Alcubierre no hay «fauna silvestre» y el animal ataca entonces a las ovejas, que necesitan «salir al campo para comer». «Para eso es muy cómodo el pastor eléctrico de noche», destacó, puesto que así el ganado no afectaba a campos de cultivo y los ganaderos pueden dedicar unas horas a otras actividades.

Además, Alcubierre recalcó que la pérdida paulatina de cabezas, como se aplican las franquicias de seguros, resulta una pérdida «que ya no recupera el ganadero». También afirmó que desde la consejería de Desarrollo Rural y Sostenibilidad se está «dando la espalda» a los ganaderos, colectivo con el que hay «poca sensibilidad».

Sobre la llegada del animal a la zona, señaló: «Un lobo nos va a fastidiar el único instrumento para ser ganaderos del siglo XXI», en referencia al pastor eléctrico.

Por último, resaltó sobre este ataque que los lobos están «acostumbrados a ir en manada» y que «primero matan y luego comen». En esta ocasión, «ha matado a cuatro y ha comido uno», concluyó.