En el ámbito rural, el problema de la violencia machista se complica, como han venido señalando en el IAM y en el mundo jurídico, por ejemplo por la necesidad de viajar a la cabecera de comarca para tener acceso a los recursos de Servicios Sociales. Si se implementaran estas escoltas para casos extremos, la Guardia Civil tampoco anda boyante de efectivos para una vigilancia permanente. Según fuentes de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC),el EMUME (Equipo Mujer Menor) de la provincia de Zaragoza solo cuenta con cuatro personas, y por compañía (hay 5 en la provincia) hay uno o dos agentes para seguir los casos.