El teléfono 010 puede que no tenga a nadie al otro lado del teléfono durante las próximas fiestas del Pilar. La convocatoria de huelga anunciada por las trabajadoras, que acumulan cuatro meses de impagos, desembocará en esto por una iniciativa en señal de protesta del personal que cuenta con la «comprensión» y respaldo del Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC). El responsable de Servicios Públicos y Personal, Alberto Cubero, así lo manifestó ayer, a la vez que el «respeto» a hacer valer sus derechos ante una situación insostenible para ellas.

El edil de ZeC destacó que el Gobierno municipal «es el único que ha intentado hacer algo por ellas», cuando impulsó el expediente de municipalización del servicio que no obtuvo el respaldo suficiente en el resto de partidos para que el pleno lo aprobara y, después, con el rescate del servicio y subrogación de las 14 trabajadoras como personal laboral del consistorio que fue recurrido a los tribunales por la CEOE Zaragoza, la Delegación del Gobierno y un sindicato municipal, STAZ, con la consiguiente suspensión cautelar de la jueza.

Esto, sumado a la renuncia de su empresa, Pyrenalia, a seguir prestando el servicio para el ayuntamiento, les ha conducido a una indefinición que, a efectos prácticos, les dejó sin cobrar sus nóminas desde el pasado mes de junio. Y seguirá siendo así si nada cambia porque, oficialmente, el contrato entre el ayuntamiento y su empresa, en la que siguen dadas de alta, no está vigente. Por eso la huelga, aseguró Cubero, quien consideró «más grave que estas 14 trabajadoras no cobren que el hecho de que nadie descuelgue el teléfono» durante su huelga.

Sin embargo, no respondió a las impresiones que estas empleadas tienen de la situación, ya que, en declaraciones de este pasado fin de semana, aseguraron sentirse «rehenes» del Gobierno de ZeC y su gestión y tomaron la decisión después de que el alcalde, Pedro Santisteve, no las quisiera rebir en su despacho el pasado viernes.