Las obras de la primera fase de adaptación a la Nueva Oficina Judicial (NOJ) del Palacio de Justicia de Teruel estarán concluidas a principios del próximo mes de noviembre. Así lo aseguraron ayer los técnicos durante una visita al inmueble del consejero de Presidencia, Vicente Guillén, acompañado por la directora general de Justicia e Interior, María Ángeles Júlvez y algunos de los principales representantes del Poder Judicial en la comunidad, como el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, Manuel Bellido y el Fiscal Superior de Aragón, José María Rivera.

Los trabajos abarcan la totalidad del inmueble y la incidencia más relevante, hasta el momento, ha sido la comprobación de la escasa capacidad resistente de los forjados y pilares de las dos plantas superiores. Esto ha supuesto un modificado de obra que, aunque no tendrá coste económico en el conjunto del presupuesto, según informó el Gobierno de Aragón, sí supondrá que los trabajos tengan que prolongarse durante un mes y medio más de lo inicialmente previsto.

La demolición de todo el interior y su adaptación a la actual normativa en diversas materias es el cometido general de los trabajos, además de la colocación de suelo técnico para posibilitar toda clase de instalaciones. Se han construido también algunas nuevas escaleras.

Además de la nueva distribución de espacios, el inmueble mejorará sensiblemente en todo lo relacionado con la seguridad mediante la colocación de alarmas, cámaras y un control de accesos.

ORIENTACIÓN

La adaptación de los edificios a las necesidades de distribución e implantación de la Nueva Oficina Judicial (NOJ), la flexibilidad en los espacios, el ajuste a la normativa relativa a la construcción que contiene el Código Técnico de la Edificación y la mejora de la eficiencia energética son los criterios básicos sobre los que se asienta la reforma de los edificios de la Audiencia y Juzgados de Teruel, inmuebles con una superficie ligeramente superior a los 6.000 metros cuadrados, según la DGA.

La remodelación comenzó a principios de este año y pretende coordinar ambos edificios, encajarlos como si fueran una pieza y hacer de ellos un único elemento, funcional arquitectónica y constructivamente.

El proyecto que se está ejecutando ha sufrido varios cambios con respecto a la propuesta que, en su momento, redactó el anterior Gobierno de Aragón. Así, la nueva remodelación abandona la idea de la oficina tradicional, aporta los criterios propios de la NOJ -un reparto distinto de la tarea basada en los servicios comunes de funcionarios, entre otras cosas-, dota a los espacios de una mayor flexibilidad y plantea los cambios sobre la base de la unificación absoluta de ambos edificios.