No es la primera vez que un partido de la izquierda, desde la oposición, plantea en las Cortes un equilibrio en las cuentas públicas basado en una política fiscal equitativa y progresiva que permita aumentar los ingresos y evite más recortes en unos presupuestos muy ajustados. Ayer volvió a suceder y la iniciativa, formulada por el diputado de IU, Adolfo Barrena, corrió la misma suerte que en las ocasiones anteriores: el PP y el PAR rechazaron la propuesta que pretendía reformar la Ley de Medidas Fiscales y Administrativas vigente para incluir la progresividad fiscal.

La iniciativa contenía además una exhaustiva relación de medidas, como el restablecimiento del impuesto de Sucesiones, contemplando una única bonificación, hasta un máximo de 50.000 euros, el incremento del tramo autonómico del IRPF para las rentas superiores a los 53.000 euros anuales, la incorporación del impuesto sobre el patrimonio un mínimo exento de 100.000 euros manteniendo la exención sobre la vivienda habitual, y actualizar y recuperar los impuestos ambientales, algunos suprimidos esta legislatura.

Pero la moción defendida por Barrena --que solo encontró el apoyo de CHA y la abstención del PSOE-- también pretendía hacer efectivo el ingreso del impuesto a las grandes superficies comerciales ya devengado, establecer un impuesto sobre depósitos bancarios y que el Gobierno presentara un Plan Económico Financiero en 15 días, garantizando que no afectara a los servicios públicos, las infraestructuras, el medio ambiente, las políticas económicas, las retribuciones de empleados públicos, la Justicia y las Administraciones locales.

Barrena lamentó que las políticas emprendidas por el PP y el PAR solo han contribuido a "desmontar el Estado del Bienestar, empobrecer a los ciudadanos y fomentar la desigualdad". Dio un dato: solo el 28% de la recaudación de las arcas públicas recae sobre las rentas superiores a los 60.000 euros anuales. "El 70% restante recae sobre la mayoría social, y solo un 2% es de los siete contribuyentes que declaran ingresar más de un millón de euros", añadió. El portavoz de CHA, José Luis Soro, mostró su apoyo al contenido de la moción aunque presentó cuatro enmiendas "para mejorarla". Fueron aceptadas parcialmente pero ello no impidió el voto favorable de la formación nacionalista. La diputada del PSOE, Ana Fernández, también dijo compartir los criterios de fondo de la moción pero los socialistas se abstuvieron al considerar que había que partir de principios generales y la reforma debía ser completa y estatal.

Por el PAR, Antonio Ruspira discrepó de IU y mostró su oposición frontal a incrementar la carga fiscal. "Usted tiene una política fiscal y nosotros tenemos la nuestra", señaló. En una línea similar se expresó la diputada Yolanda Vallés (PP), quien acusó a IU de "no querer controlar el gasto".