El descenso del PP en la ciudad de Calatayud, que pierde la mayoría absoluta y un 13% de respaldo respecto a hace cuatro años, y el crecimiento de los populares en Tarazona, donde se quedó cerca de conseguirla, fueron las principales novedades que depararon ayer las elecciones municipales en la provincia de Zaragoza. PSOE y PAR mantuvieron, a grandes rasgos, sus principales feudos, mientras que CHA amortiguó su descenso en otras instituciones venciendo en Gallur, Valtorres o Ricla, donde la polémica por el censo tumbó a los aragonesistas.

La suavidad del relevo socialista en Ejea entre Eduardo Alonso y Javier Lambán permitió que la formación mantenga la mayoría absoluta con un leve desgaste, todo lo contrario que sucedió en Utebo con la marcha forzada de Pascual Abós, que se dejó la mayoría absoluta, y en Zuera, donde el PSOE fue superado en votos por el PP (aunque con los mismos concejales) tras el recambio de Francisco Gracia.

Caso aparte merece Villamayor, donde la mayoría absoluta de los socialistas en una campaña marcada por la segregación de Zaragoza, refleja el deseo mayoritario de que se celebre un referéndum para iniciar el proceso a la inversa, la anexión a la capital aragonesa, como estos llevaban en el programa.

Los aragonesistas, por su parte, conservaron bastiones como La Muela o Borja, aunque en este último caso, a diferencia de María Victoria Pinilla, Luis María Garriga se dejó la mayoría absoluta. Sin embargo, la formación solo fue capaz de conservar dos de los seis concejales que poseía en Illueca y se hundió en Brea.

POLÉMICAS PAGADAS Los votantes de Calatayud tuvieron muy presente las polémicas vividas durante los últimos cuatro años. El relevo del alcalde, Fernando Martín, no evitó que el amplio respaldo que había tenido la formación en las últimas tres legislaturas descendiera hasta un 42%, lo que le obligará a pactar si quiere seguir en el gobierno. Aunque el ayuntamiento pasó de 17 a 21 concejales al pasar los 20.000 habitantes, el PP bajó de 11 a 9.

El principal beneficiado de este cambio fue José Antonio Sanmiguel, su mano derecha durante la última década, que arrastró en su marcha del PP al PAR a parte del electorado conservador, lo que le ha permitido conseguir a esta formación cuatro concejales, cuando hasta ahora no tenía representación.

A partir de ahora queda ver si la crispación que ha caracterizado la campaña y la guerra cruzada entre él y la candidata popular, Mercedes Sarrate (el relevo elegido por Fernando Martín), da paso a la calma para propiciar un pacto de derechas o si por contrario se dan otras combinaciones que dejen al PP fuera del equipo de gobierno.

El PAR ganó con los once excandidatos populares reclutados en la comarca de Calatayud, pero también en otras zonas, como el caso de Almonacid de la Cuba. Una lista a la que se sumó con el mismo resultado el alcalde socialista de Alhama de Aragón, Pedro Lacruz y, con menos éxito, el exalcalde de IU en Cetina, José Miguel Velázquez.

DESGASTE DE CANDIDATOS Otra de las principales características de estas elecciones ha sido el desgaste demostrado por bastiones históricos de las distintas formaciones, como los populares Victoriano Herráiz y Alejandro Bribián en La Almunia y Cariñena respectivamente, o los socialistas en Daroca, donde le ha superado por poco el PAR.

Los socialistas también dejaron marchar la mayoría absoluta en localides como Ateca, aunque en este caso todo parece indicar que podría reeditarse el pacto con IU, con el que Javier Sada ya gobernó la última legislatura.

En los municipios con candidaturas independientes fuertes los resultados no han variado mucho con respecto a las elecciones anteriores. En la ciudad caspolina tanto la candidatura del Compromiso por Caspe como el PSOE repitieron sus cinco concejales, mientras que en Villanueva de Gállego volvió a ganar CIPV, aunque con menos margen.