El decreto de espectáculos aprobado por el Gobierno de Aragón en abril del año pasado se aplica por primera vez en la Cincomarzada en este 2018 y amenaza con ahuyentar a muchos de los colectivos que tradicionalmente han instalado mostrador en la fiesta reivindicativa de Zaragoza. Todos los requisitos de obligado cumplimiento que se estrenan en esta edición para todos ellos, entre 70 y 100 cada año, complican las gestiones para entidades que solo disponen de su tiempo libre para tramitarlos. Aseguran que se les dificulta y encarece, y ha llevado el «malestar» a las asociaciones y la «preocupación» a los organizadores, la Federación de Asociaciones de Barrios (FABZ).

El pasado jueves arrancaban los preparativos, en la reunión que abría el plazo de inscripción hasta el próximo día 18. Allí ya se palpó el enfado de muchos de estos colectivos. «Algunos abandonaron la reunión y otros ya comunicaron que difícilmente estarán este año», explica Óscar García, de la FABZ, quien lamenta «la deriva» que está tomando, porque «cada año es más complicado facilitar la participación a aquellos que son el alma de la Cincomarzada».

La organización no discute la normativa, «tiene lógica y sabemos que se piensa en la ciudadanía», pero recuerda que estas entidades «no son profesionales y no están acostumbradas a tramitar todo lo que ahora se les exige». Por ejemplo, una memoria de todo lo que piensan montar, que deben presentar a la FABZ antes del día 18, y que se le exigirá igual al que quiera poner una mesa con folletos, o vender algún producto u ofrecer comida o bebida en el parque Tío Jorge. Porque el recinto ya no se discute.

Pero este año se piden también más gasto a entidades que por poner una mesa solo pagaban 10 euros, 25 si venden algo o 50 si cuentan con barra. Por ejemplo, para obtener la certificación por la instalación de gas, aunque sea para encender un fuego con el que hacer migas, se pueden tener que gastar unos 80 euros. O para el boletín que certifique la instalación eléctrica, otros 60.

Así que la factura no deja de crecer en sus cálculos, por más que para algunos de estos colectivos esta fiesta les reporte los ingresos necesarios para financiar su actividad de todo el año. «Poco a poco, si vamos restando asociaciones, tememos que se pervierta el espíritu reivindicativo de la Cincomarzada», dice García.