El secretario general de Política de Defensa, Javier Jiménez-Ugarte, ha enviado una carta a los 81 familiares directos de las víctimas del Yak-42 para intentar tranquilizarles tras la polémica surgida sobre el entierro de algunos restos de los fallecidos en Turquía. Una misiva en la que el alto cargo del departamento dirigido por Federico Trillo reconoce su existencia, pero en la que trata de minimizar su importancia.

En el texto, el número tres de Defensa habla de "pequeñísimos restos" y "tejidos", pero no especifica qué se hizo con ellos. Sin embargo, a este periódico y a varios familiares les explicó que eran pocos y que el general turco que dirigió las labores de rastreo los inhumó "con el mayor de los respetos y cuidadosamente".

Jiménez-Ugarte trata de justificarse partiendo de la premisa de que este tipo de situaciones son "habituales" en los accidentes, ya sean de aviación, de ferrocarril o de tráfico.

Pero estas palabras no contentaron a las familias que acudieron junto a personas cercanas a ellas a hablar con el secretario general de Política de Defensa tras conocer la existencia de los restos.

Varias viudas que visitaron a Jiménez-Ugarte confirmaron que, en el encuentro, el alto cargo indicó que la inhumación se llevó a cabo en Turquía y que alguno de los restos no era menor. Y siguieron mostrando su malestar por que el ministerio no les informara de los hallazgos. "Sigo pensando que al menos debieron avisarnos. Es lo mínimo que podían hacer", explicó una de ellas.

El pasado martes, el ministro de Defensa, Federico Trillo, aseguró desconocer estos hechos durante su visita a Teruel y un día después, en Torrevieja (Alicante), indicó que se trataba de "rumores" y que "cuando las informaciones son solventes, éstas tienen plena contestación de los responsables de Defensa". De esta manera, Trillo se mantenía al margen de los problemas surgidos tras las declaraciones de Jiménez-Ugarte.

Resulta llamativo que, precisamente, Jiménez-Ugarte sea el número tres del ministerio y el encargado de atender a los familiares que solicitan explicaciones del siniestro.

DEMANDA CIVIL El titular del Juzgado de Primera Instancia 2 de Zaragoza pretende comunicar hoy a los abogados que reclaman 12,5 millones de euros a la compañía aérea del Yak-42 su resolución acerca de si acepta a trámite la demanda presentada el pasado lunes. En caso de que el magistrado asuma su competencia, como parece probable según lo estipulado en el Convenio de Varsovia, el juez daría un plazo de veinte días a la compañía para que se persone.

Según fuentes jurídicas, al actuar únicamente doce familias en este caso la causa no requiere gran complejidad. Sin embargo, ante la "presumible" presentación de los familiares del resto de fallecidos en un futuro el juzgado tendría que reforzarse para hacer frente a la acumulación de trabajo.

Los representantes de las doce familias que actuarán contra la empresa ucraniana UM Air son los despachos Martín Chico & Asociados, Elan Abogados y los letrados Javier Moreno y José Antonio Salcedo.

En su reclamación de responsabilidad civil aportan un informe pericial elaborado por el experto en aviación Orlando Jiménez en el que se analiza la "cadena de errores" de los pilotos y cómo perdieron la orientación antes de estrellarse contra las montañas.