Una familia zaragozana denunció en el juzgado y puso una queja en el ayuntamiento por la presunta agresión que sufrió su hijo, de 12 años, por parte de un agente de la Unidad de Apoyo Operativo (UAPO) de la Policía Local de Zaragoza. Un incidente que tuvo lugar el lunes en una concentración, irónicamente, contra la violencia policial.

El blanco de la concentración era en realidad la Policía Nacional, ya que el menor era sobrino de un hombre que falleció recientemente en los calabozos policiales. La autopsia dictaminó que murió de un edema pulmonar, pero la familia no lo cree, y acudió a a esta protesta en la plaza del Pilar, que convocaba la comisión de Derechos Civiles del 15-M.

Según explicaba ayer Esperanza, la madre del menor --y hermana del hombre que falleció en los calabozos policiales--, el chico cogió unas octavillas de las que estaban repartiendo los miembros del 15-M, sin que la familia se diera cuenta, y se perdió por la plaza del Pilar. "Oímos gritos, en la zona de la fuente de las aguadoras", recordaba, y fuimos para allá.

Esperanza asegura que vio a su hijo --con problemas mentales y 80 kilos de peso, según describía-- agarrado del brazo por un agente de la UAPO, que se lo retorcía. "Él decía que no le estaba haciendo daño, pero mi hijo no grita si no le hacen daño. Le llevamos al hospital y tenía una contusión en el brazo", explicaba la mujer.

Luego, asistidos por una abogada asesora del 15-M, presentaron una queja en el consistorio y una denuncia en el juzgado. De momento, es todo lo que sabían.

En cuanto al caso del fallecimiento de su hermano, el abogado que les representa en este asunto, Marco Antonio Navarro, explicaba ayer que están a la espera de recibir las grabaciones de las cámaras de la comisaría para hacerse una idea de lo que pasó.

En la causa también quiere personarse la Asociación Libre de Abogados de Zaragoza (ALAZ), cuyo representante en la causa, David Burgos, está recaudando la fianza de 1.000 euros que les ha pedido la jueza.