El físico Pedro Arrojo, premio Goldman -considerado el Nobel del Medio Ambiente-, ha alertado hoy ante el "símbolo fálico" de la Torre Agbar, sede filial de la multinacional francesa Suez, acerca del fenómeno mundial de la privatización del agua, que ha calificado de "estrategia de sabotaje social".

Acompañado de miembros de varias organizaciones nacionales e internacionales que defienden la gestión pública del agua, Arrojo ha arremetido, en un acto en la vía pública, contra los planes de privatizar la gestión de este recurso que se está produciendo a gran escala en muchos países, ejemplificados en España por los casos del Canal Isabel II en Madrid o la sociedad Aigües Ter-Llobregat de la Generalitat de Cataluña, ha indicado.

"Con el pretexto de luchar contra la crisis que vivimos y usando argumentos de austeridad asistimos a una estrategia de sabotaje social que socava las conquistas conseguidas por las sociedades democráticas en muchas décadas y de las propias democracias", ha manifestado.

Entidades ambientalistas de diversos países se reúnen estos días en Barcelona para preparar el "foro alternativo" al VI Foro Mundial del Agua que se celebrará en marzo en Marsella promovido por el Consejo Mundial del Agua, órgano que agrupa a las principales firmas transnacionales privadas del sector y que, según Arrojo, están imponiendo políticas fallidas basadas en beneficios empresariales.

Este profesor del Departamento de Análisis Económico de la Universidad de Zaragoza e impulsor de la Fundación Nueva Cultura del Agua (FNCA), ha señalado que el movimiento en contra de las privatizaciones se está extendiendo poco a poco, desde Italia -donde la privatización se rechazó en referéndum- hasta comunidades de países latinoamericanos, asiáticos o la reciente "Iniciativa 136" promovida por ciudadanos de la ciudad griega de Tesalónica.

Los activistas han elegido la Torre Agbar, "símbolo luminoso del poder de los negocios", para iniciar "esta rebelión de la gente frente a la dictadura de los mercados" ya, que ha dicho Arrojo, "no se trata sólo de la lucha por los derechos humanos o ciudadanos, que no deben ser motivo de negocio, sino que es la lucha por defender la democracia".

El impulsor de la FNCA, que fue uno de los mayores opositores al PHN que incluía el trasvase del Ebro, ha exigido a los partidos que no utilicen sus resultados electorales para iniciar procesos privatizadores ocultos.

"Que yo sepa en sus programas no se incluían el plan de privatizar lo que quedaba del agua en Barcelona, que es Aigües Ter-Llobregat; nadie ha dado permiso para privatizar por décadas un patrimonio y unos derechos que son de todo el mundo", ha aseverado.

Representantes de otras entidades han criticado los procesos de privatización de parte del ciclo del agua que se están llevando a cabo en Madrid y Cataluña, que conllevarán, han advertido, un aumento de las tarifas y una pérdida de la transparencia en la gestión de estas empresas.

Theodoros Karyotos, portavoz de la "Iniciativa 136" de Tesalónica, ha señalado que en su país la excusa de la deuda soberana "se está utilizando para privatizar todo lo público con el auspicio del FMI y la UE" y ha puesto a Suez Environnement de ejemplo de firma transnacional que está "compitiendo" por el mercado del agua global.

"Persiguen privatizar los beneficios y socializar las pérdidas", ha señalado Karyotos, una idea a la que se ha sumado la mexicana Claudia Campero, que ha asegurado que desde que Agbar entró a formar parte de la empresa que gestiona el agua en la ciudad de Saltillo, los ciudadanos han visto cómo aumentaban las "tarifas y los cobros injustificados".