La puesta en marcha, en la década pasada, del proceso de depuración en Aragón ha supuesto inversiones multimillonarias y repercusiones en la subida de recibos del agua de todos los aragoneses. Desde la Red de Agua Pública de Aragón pensábamos que estos malos ejemplos, paralelos al boom inmobiliario, iban a suponer un punto final en los modelos de depuradoras sobredimensionadas y tecnológicamente ineficientes.

Pero el Instituto Aragonés del Agua (IAA), en políticas de tierra quemada, antes de que en mayo haya un necesario relevo, quiere dejar todo atado para que la las empresas privadas de depuración aseguren el máximo beneficio para los futuro 21 años y el máximo endeudamiento al Gobierno y a todos los aragoneses.

Para estos primeros meses del año 2015, se quieren terminar de adjudicar la depuración del área 10 que comprende zonas del Bajo Aragón Caspe, Maestrazgo y toda la cuenca del Matarraña después de que la adjudicataria anterior en el 2008 haya dejado de desarrollar los proyectos y abandonarlos en el 2012. En vez de exigirle daños y perjuicios se le ha premiado pagándole, no sabemos cuánto, los supuestos proyectos que realizó. Sí sabemos que las depuradoras proyectadas multiplicaban por ocho las necesidades de depuración. Las cinco depuradoras de Beceite, Cretas, La Fresneda, Tastavins y Valderrobres han sido ya adjudicadas. Del estudio de viabilidad desarrollado por el IAA, que hemos podido obtener por vecinos de la zona, se deduce que se sigue sobredimensionando en cuatro veces más de lo necesario.

En ese mismo estudio se plantea que para para poblaciones de 2.000 habitantes equivalentes o cercanas a esta cifra, una situación en la que estarían todas las poblaciones citadas excepto Valderrobles, se pueden aplicar tecnologías blandas de lagunaje natural o de filtros biológicos, que abaratan los costes de construcción y mantenimiento entre cinco y diez veces las de una depuración de fangos activados que es el tipo depuración aprobado. En Arnes, población catalana limítrofe, funciona desde el 2000 una depuradora biológica con total garantía.

LA CONSECUENCIA es que si los 4.400 vecinos de estas poblaciones van a pagar a 1,7 euros el m3 depurado supone que pagaran 400.000 euros al año de unos costes que superan los 1,4 millones de euros. Cada año habrá un millón de euros de déficit. En toda la zona 10 estimamos que el déficit sobrepasará los 3 millones anuales. Y ello durante 21 años. Si estos cálculos los pudiéramos extender a todo Aragón conoceríamos el estado de cuentas real de la depuración en Aragón. No lo conocemos a pesar de que llevamos tres años pidiéndolo. Ni a través del Consejero Modesto Lobón, ni del director del IAA Alfredo Cajal, ni de la Fiscalía, ni del Justicia de Aragón, ni de la Directora General de Participación Ciudadana, Isabel Cebrián los hemos podido conseguir. ¿Qué se entiende por políticas de participación y transparencia?

¿Cómo se pagan estos déficits? Con los sobrecostes que pagan poblaciones como Jaca, Huesca, Monzón, Calatayud, Teruel,- y Zaragoza a partir del 2016 cuando esta ciudad entre a pagar el Impuesto de Contaminación del Agua doblando el precio que actualmente paga por el recibo de saneamiento.

OTRA FORMA es con los presupuestos de Aragón. El IAA tiene unos presupuestos para este año 2015 de 64 millones de euros pero solo ha recaudado 44 millones del Impuesto de Contaminación del Agua. Es decir 20 millones que los pagamos entre todos los aragoneses.Y nosotros, apoyamos que haya solidaridad entre todos. Pero con cuentas claras y sin los costes abusivos que impone el IAA. El Gobierno del PP-PAR ha llevado políticas de austeridad, pero no las aplica con las empresas privadas.

Y sin embargo el buen estado ecológico del río Matarraña, fin último de la depuración, no va a mejorar con la depuración de las aguas domésticas. En esta cuenca hay granjas de porcino que suponen la cría de 300.000 cerdos al año con una carga ambiental equivalente a la de un millón de personas.

Para resolver este problema se construyeron dos plantas de tratamientos en esta cuenca. Estas funcionan deshidratando los purines con el gas que se importa de Argelia y la energía térmica que se genera produce electricidad. Estos procesos, carísimos, solo pueden realizarse si están subvencionados. Desde 1999, en toda España, se han pagado 3.200 millones en subvenciones según el propio Ministro de Industria. Al señalar que el 40% de estas ayudas dejarían de estar subvencionadas las plantas de tratamiento de toda España contaminación de han dejado de funcionar.

El problema que tenemos es que las aguas subterráneas en Tastavins están contaminadas según el estudio de Calidad de Aguas de la CHE, se han dado episodios de contaminación en La Portellada y este verano se detectaron un exceso de cianobacterias en el embalse de Ribarroja que impidió que poblaciones de la provincia de Tarragona se suministraran con normalidad con aguas del Ebro.

¿Cómo es posible que el Inaga haya permitido en estos últimos 15 años esta concentración de granjas de porcino en territorios tan poco extensos?

Son necesarias soluciones y depurar el agua. Pero todavía más depurar responsabilidades políticas.