Un descuido, una mala jugada del corta y pega o un descuido. El caso es que un error del Departamento de Educación en la redacción del nuevo currículo de Primaria ha provocado críticas desde varios colectivos. El fallo se ubica entre los objetivos que la Administración, en uno de los anexos, considera que debe tener la nueva configuración de la Lengua Castellana, entre los que, en séptimo lugar, incluye "utilizar la lectura como fuente de aprendizaje, de placer y de enriquecimiento personal, y aproximarse a obras relevantes de la tradición literaria, incluyendo muestras de la literatura canaria, para desarrollar habilidades lectoras y hábitos de lectura".

No es que Benito Pérez Galdós, el autor más importante de la literatura canaria, vaya a pasar a ser escritor de cabecera para los niños de Primaria, sino que se utilizarán muestras de literatos aragoneses. Pero el error, advertido por sindicatos como CGT, ha dado que hablar. "El Departamento de Educación, Universidad, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón da una nueva muestra de su incapacidad para administrar la enseñanza en nuestra comunidad autónoma, en esta ocasión, cometiendo un inadmisible error al hacer en el currículo de Primaria un evidente plagio del realizado por el Gobierno de Canarias", expone el colectivo en su denuncia.

Para CGT, el fallo responde a la "forma precipiatada y poco profesional en que se ha y se está realizando la normativa aragonesa sobre educación" y asegura no dudar de que para la elaboració del currículo "se habrá contado con expertos y personal muy cualificado que habrá cobrado unos emolumentos acordes con la tarea que se le exigía: copiar y pegar documentos".

En este sentido, el sindicato utiliza el error cometido por la DGA para recordar que "el plagio es motivo para que una programación didáctica presentada por un docente en un proceso de concurso-oposición sea rechazada y calificada con un 0", por lo que considera "justo" que las consecuencias para quien ha participado en la elaboración del currículo "sean las mismas, empezando por la consejera de Educación, Dolores Serrat, quien debería dimitir inmediatamente".

La Administración asume el "error" y promete subsanarlo. "Se produjo al trasladar a la orden los textos de propuestas y modelos con los que se había estado trabajando en los grupos" y añade que para la elaboración de algunos aspectos del currículo "se revisaron las normativas de varias comunidades, entre otros muchos documentos".