Un desprendimiento en la vía del tren de Zaragoza a Canfranc, probablemente desencadenada por las fuertes lluvias de anteayer, obligó a desalojar un tren de pasajeros en el que la mayoría, unos 70 de los cien ocupantes, participaba en una excursión de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE). Los viajeros pudieron ser trasvasados sin mayores incidentes a un autobús y continuaron hasta Canfranc, su destino. El tráfico ferroviario se mantuvo interrumpido hasta primera hora de la tarde, según fuentes de Adif. Este diario no pudo contactar con Renfe para conocer a cuántos viajeros afectó la incidencia en total.

El desprendimiento ocurrió sobre las 9.50 horas. Al menos fue entonces cuando la Policía Local y la Nacional de Jaca recibieron el aviso del siniestro, y se trasladaron al lugar. Al principio, reconocieron fuentes consultadas, algo preocupados por la logística al conocer que gran parte de los pasajeros eran invidentes.

De hecho, las primeras informaciones apuntaban a que todos lo eran, aunque finalmente constataron que los que integraban la excursión rondaban los 70, y no todos compartían esta discapacidad.

Así pudieron comprobarlo los agentes cuando llegaron al lugar de la parada del tren, poco después de Jaca, camino a Canfranc. Los efectivos desplazados, avisados por el 112, auxiliaron a los viajeros en su camino a los autobuses y estos continuaron el viaje sin más problemas. No hubo heridos como consecuencia del incidente, indicaron fuentes del Gobierno de Aragón.

SISTEMA HIDRÁULICO/ Fuentes de Protección Civil de Jaca, que también participó en el operativo, indicaron que, según sus informaciones, el desprendimiento de rocas causó una rotura en el circuito de aceite del convoy, de tal forma que al poco de atravesar la incidencia tuvo que parar. Las causas de la caída de rocas están por determinar, dado el mal estado perpetuo que sufre el recorrido, pero en esta ocasión parece achacable al temporal de lluvia y nieve que anteayer sufrió el Pirineo. Una ola de frío que, sin embargo, no causó otras incidencias reseñables.

Los incidentes en la vía del canfranero suelen incluir el descarrilamiento del tren (a menudo de mercancías) y, en ocasiones, la rotura parcial de la vía, dada su vejez. En esta ocasión hubo algo de suerte y los trabajos se limitaron a retirar el convoy averiado, de tal forma que, sobre las 15.00 horas, el tráfico pudo ser recuperado con normalidad.

Los vecinos de la zona esperan que con la inversión que conllevaría la reapertura del tren hasta Pau (Francia), se puedan solucionar las continuas incidencias en el recorrido. H