La Guardia Civil desarticuló una banda dedicada a la receptación y al comercio ilícito de arte religioso con la detención de cuatro personas, tres en Zaragoza y una en Burgos, y dos registros domiciliarios en los que se recuperaron una elevada cantidad de objetos y piezas de valor incalculable.

Según informaron ayer los guardias civiles que tomaron parte en la operación, se trata de uno de las más importantes llevadas a cabo en los últimos años sobre arte sacro, tanto por el número de piezas recuperadas como por el valor de muchas de ellas.

La operación Cantanum se originó a partir de otra desarrollada durante el pasado mes de enero, que permitió a los investigadores localizar en Cantabria una talla de una virgen Dolorosa, que levantó sus sospechas.

Un estudio posterior determinó que esa talla de madera policromada se correspondía con una talla barroca del siglo XVIII de la virgen de las Angustias, catalogada por el Arzobispado de Burgos, que había sido sustraída en 2015 de la parroquia de San Martín de Tours Obispo, de la localidad de Quintanilla Monte Rioja.

La pieza había sido sutilmente modificada para dificultar su identificación.

La investigación llevó hasta las provincias de Alicante, donde se arrestó a una persona, y Zaragoza, donde fueron detenidas otras tres, y se realizaron dos registros domiciliarios en los que se recuperaron tallas religiosas de las iglesias burgalesas de Caborredondo, Revillagodos, Villamorico y Quintanilla del Monte Rioja, todas ellas sustraídas en el 2015.

Con esta última operación se considera desarticulada toda la estructura criminal organizada, compuesta por diferentes subgrupos, coordinados para la comisión de robos de obras de arte eclesiástico (operación Sanctuarium) y su transporte, almacenaje, modificación sustancial de apariencia y reintroducción en el mercado ilícito de anticuarios (operación Cantanium).

PESQUISAS

En esta última operación se recuperaron 24 tallas policromadas de diferentes tamaños; 3 cruces de grandes dimensiones; 17 cuadros y pinturas religiosas con diferentes representaciones; 7 retablos de madera policromada; 2 columnas talladas de retablo; 4 sagrarios; 26 libros antiguos (misales y devocionarios), y 2 cálices litúrgicos.

También cuatro atriles, facistoles y ambones y más de 150 artículos religiosos, como candelabros, pilas y utensilios ceremoniales.

La investigación sigue abierta para completar la identificación de las piezas recuperadas y su origen, para lo que se cuenta con expertos en patrimonio del Arzobispado de Burgos.

Fuentes de la investigación señalaron además que todavía se realizan gestiones para la localización de lugares de la geografía española donde hayan podido registrarse robos de arte sacro todavía no aclarados.

Asimismo, se trata de determinar la forma de actuar de la banda y su nivel de preparación, con el fin de ver qué ramificaciones podía tener para dar salida al arte que conseguía con sus delitos.

En este sentido, la Guardia Civil está trazando minuciosamente el supuesto recorrido de las obras sustraídas desde su desaparición hasta su hallazgo en lugares a menudo muy lejanos, con el fin de seguir el recorrido de las piezas en el mercado clandestino.