La Unidad Contra las Redes de Inmigración y Falsedades (UCRIF) del Cuerpo Nacional de Policía en Aragón ha desmantelado una red ilegal de cuidado de ancianos en hospitales y domicilios privados de Zaragoza. La operación se dio por cerrada ayer, con las últimas detenciones de los nueve componentes de la red --cinco de ellos detenidos y el resto imputados--, cuyos arrestos comenzaron el lunes. Los investigadores les consideran culpables de delitos de favorecimiento de la inmigración ilegal, coacciones, amenazas, falso testimonio y contra los derechos de los trabajadores.

La líder de la banda, una ecuatoriana cuya identidad no ha trascendido, colocaba anuncios en hospitales y centros sanitarios ofreciendo trabajo como auxiliar de geriatría, actividad para la que ni ella ni los contratados tenían título homologado en España, pese a que así lo anunciaban.

Una vez contactados los trabajadores, les ofrecía un sueldo que correspondía a la mitad de lo que cobraba a los ancianos. Les aseguraba que el porcentaje que les retenía --no les daba de alta en la Seguridad Social, como tampoco tenía inscrita a la empresa en ningún registro-- era necesario para mantener la empresa y también para la inversión publicitaria.

USURA El abuso era peor en el caso de ciudadanos extranjeros en situación irregular, en cuyo caso aún les daba menos porcentaje de los ingresos, abusando de su posición de debilidad y amenazándoles en caso de que insinuasen que la iban a delatar. A estos trabajadores ilegales también les ofrecía préstamos con intereses desproporcionadamente altos, que la propia Policía califica de usureros.