La localidad oscense de Hecho celebró ayer el tradicional descenso de nabatas, con una gran asistencia de público. Se trata de una tradición arraigada en el valle, que atrae cada año a cientos de turistas que quieren conocer cómo los antepasados descendían el río Aragón-Subordán con sus embarcaciones de madera. La jornada coincidió con la celebración de los mercados agroalimentarios en la calle, una iniciativa del proyecto europeo Hecho en los Pirineos-Fait en Pyrénées. En total, 17 vendedores ofrecieron sus productos a los visitantes, de los que 14 eran típicos de la provincia.