Investigadores del grupo Aragosaurus-IUCA de la Universidad de Zaragoza han hallado en la localidad ribagorzana de Arén los restos del dinosaurio más moderno encontrado en Europa, que vivió a finales del Cretácico, poco antes de la extinción de la especie. El ejemplar ha recibido el nombre de Arenysaurus Ardevoli, después de diez años de trabajos. Así, el descubrimiento, publicado en el último número de la revista paleontológica Paleovol, se ha encontrado en rocas de hace unos 66 millones de años, del Cretácico Superior, lo que, según los investigadores, significa que "sin duda los representantes de esta especie pudieron ver la caída del meteorito del límite Cretácico Terciario".

En la investigación, que también ha contado con la participación de expertos de la Universidad Complutense de Madrid, Universidad Autónoma de Barcelona, Universidad del País Vasco y el Museo del Jurásico de Asturias; se ha podido recuperar gran parte de este nuevo dinosaurio, que tendría un tamaño medio de unos siete metros de longitud, lo que le convierte en "el dinosaurio europeo conocido más completo del final del Cretácico", según destacan los paleontólogos.

Concretamente, han recuperado gran parte del cráneo (incluyendo el dentario izquierdo y parte del maxilar derecho), vértebras del cuello, de la espalda, del sacro, de la cola, el coracoides derecho, la escápula derecha, el húmero derecho, el pubis derecho y ambos fémures. Era un saurio con un craneo espectacular y que comían todo tipo de plantas.

EN LA CAÍDA DEL METEORITO

Este descubrimiento tiene, a juicio de los investigadores, "una gran importancia" porque en límite Cretácico-Terciario se produjo una gran extinción, incluyendo a la mayoría de los dinosaurios. Por ello, su posible relación con el impacto de un meteorito "ha hecho que sea uno de los eventos catastróficos más conocidos popularmente". No obstante, destacan que hay "una gran ausencia de información" de cuántas especies de dinosaurios y cuáles existían hace 66 millones de años, es decir un poco antes de la caída del meteorito porque hay pocos yacimientos en el mundo en este periodo temporal.

Uno de estos lugares es el Pirineo, por lo que, según remarcaron, resulta de "gran importancia" la investigación de los dinosaurios en esta área geográfica para ver "cuántos y cómo se extinguieron los dinosaurios con la caída del meteorito". Por otro lado, el descubrimiento de Arenysaurus (que está emparentado con dinosaurios asiáticos de su misma edad) indica que había posibilidad de intercambios entre los dinosaurios europeos y asiáticos al final del Cretácico, que tendrían lugar posiblemente durante bajadas del nivel del mar. Así, se producirían puentes de tierra que serían aprovechados para el paso entre las islas y el continente por estos grandes animales, según las conclusiones del hallazgo.

La excavación de este dinosaurio se prolongó durante cinco años (1998- 2002), debido a "las dificultades que presentaba el acceso al yacimiento y la conservación de los fósiles en una roca extremadamente dura". La preparación y extracción de la roca duró en total 10 años y tuvo lugar en un solo yacimiento.

La preparación y extracción de la roca ha sido financiada por el Gobierno de Aragón y desarrollada por la empresa ´Paleoymás´, mediante técnicas de extracción con ácido fórmico y percutores de aire comprimido. También participaron miembros del Institut d´Estudis Ilerdencs y de la Sampuz. A raíz del descubrimiento de los fósiles de dinosaurios en Arén se ha creado la ´Ruta de los últimos dinosaurios europeos´, impulsada por el consistorio.