Los padres cuyos hijos vieron mermada la prestación del servicio de comedor por la pasada huelga de monitoras tendrán un descuento en la próxima cuota. Es la forma en que el Gobierno de Aragón ha decidido, a través de los centros, compensar a las familias. Lo hará, según explicó la DGA, "no facturando el concepto de vigilancia", ya que en todos los colegios se sirvieron menús a los niños.

De recoger las reclamaciones que han de presentar los padres individualmente --algunos han llegado a devolver el recibo de este mes-- se encargarán los directores y a todos los alumnos de cada centro se les compensará con el mismo descuento, al margen de los días que sufrieran los efectos del paro.

Varios directores expresaron ayer su malestar por tener que asumir una gestión que "deberían realizar las propias empresas". Contra la "saturación" que dicen sufrir, unida a las consecuencias de los recortes o la reforma de la ley educativa, algunos responsables de centros han decidido constituirse en una "gestora" o "comité permanente" desde los que reinvindicarse.