La Guardia Civil ha detenido a cuatro personas e imputado a otras 24 integrantes de una organización criminal dedicada a matar caballos para cobrar cuantiosas indemnizaciones, pues llegaban incluso a falsificar que los equinos muertos eran de pura raza.

A los cuatro detenidos, todos en Jaén, se les imputa los delitos de pertenencia a organización criminal, maltrato animal, falsedad documental y estafa continuada, al igual que a la veintena de imputados en Cádiz, Sevilla, Córdoba, Ávila y Vizcaya, informa la Dirección General de la Guardia Civil.

La operación, denominada Picar, se ha desarrollado en nueve provincias y afecta a veterinarios, propietarios de establecimientos ecuestres, falsos dueños de caballos y conductores que simulaban atropellos para hacer ver que se trataba de muertes accidentales.

En verdad, los implicados en la trama sacrificaban a los animales para cobrar cuantiosas cantidades de las compañías aseguradoras, a las que previamente habían engañado haciendo pasar por caballos de raza equinos que no tenían "ningún valor para su doma".

Además, la Guardia Civil ha detectado otro método de fraude a los seguros que consistía en dar por muertos a caballos que en realidad enviaban a otros lugares de España o del extranjero con otra documentación.

Los investigadores han constatado la desaparición de al menos 65 caballos y han descubierto dos animales vivos, de los cuales uno figura como sacrificado en un matadero y otro mediante eutanasia.

Fue a raíz de una denuncia presentada por una aseguradora hace un año cuando los agentes comenzaron las pesquisas sobre las posibles anomalías en las indemnizaciones a pólizas de animales.

Así, los agentes descubrieron que dos caballos sacrificados mediante eutanasia, estaban asegurados por 19.000 euros y a otros dos equinos se les había diagnosticado muerte por cólico agudo, con una póliza de 24.000 euros.

Unas muertes que se producían en poblaciones alejadas entre sí, en lugares diferentes a donde residían los caballos, pero cercanas cronológicamente, y sobre las que sus propietarios no dieron explicaciones convincentes a los agentes.

Paralelamente y siguiendo las pesquisas, la Guardia Civil averiguó que un vecino de Sabiote (Jaén) había reclamado una indemnización por un caballo de su propiedad que tuvo que sacrificarlo al ser atropellado por un vehículo. El conductor era una hombre dedicado al cuidado de los animales en Baeza (Jaén).

Mientras, en Navalperal de Pinares (Ávila) se detectaron otras dos muertes por cólico de ejemplares, que habían sido asegurados por 30.000 euros.

Las investigaciones revelaron que en una explotación equina de esta localidad abulense y otra de Las Navas del Marqués, un veterinario oficial había expedido un cambio de titularidad, actividad para la que no estaba facultado.

De esta forma, veterinarios implicados en la trama falsificaban documentación de los caballos para que figurara que eran de pura raza o que tenían unas cualidades de doma, porte, apariencia física excelentes y, por tanto, un precio superior en el mercado.

Además del sacrificio de los animales, la organización daba por desaparecidos caballos para cobrar también el seguro.

La operación Picar se ha saldado con el arresto en Jaén de cuatro personas y la imputación de otras 24, muchos de ellos veterinarios: 14 en Jaén, tres en Cádiz, dos en Sevilla, una en Córdoba, tres en Ávila y una en Vizcaya.

También la Guardia Civil ha verificado la procedencia de algunos caballos de los detenidos y ha comprobado documentación en mataderos de Alicante, Granada y Zaragoza.