Nuevo golpe a las redes de regularización ilegal y fraude fiscal. La Policía Nacional ha desmantelado en Zaragoza una trama urdida por un gestor zaragozano, que estableció hasta seis empresas ficticias para contratar trabajadores --hasta 99, incluído él mismo-- que de esta forma lograban permisos de residencia o trabajo o cobraban el paro. Generaron así un fraude a las arcas públicas que supera el medio millón de euros.

El gestor, identificado como E. M. C., tenía una asesoría en el barrio zaragozano del Arrabal, y figuraba como administrador único, socio o trabajador de seis empresas ficticias. Estas tenían como objeto social labores de hostelería o construcción. Por ejemplo, una se dedicaba a comercializar piezas metálicas, u otra a la construcción, promoción y compraventa de inmuebles.

Pero según pudieron comprobar los investigadores en la Operación Fiesta, ninguna de ellas llegó a tener actividad real más allá de su inscripción en el registro mercantil.

El gestor las utilizó para contratar a 99 empleados, incluído él mismo en algunas de ellas. No consta que el gestor percibiera dinero por ello en la información facilitada por la Jefatura Superior de Policía de Aragón.

EXTRACOMUNITARIOS

Los falsos trabajadores eran en su mayoría inmigrantes extracomunitarios, de diversos países de África --como Marruecos, Argelia, Camerún o Gambia-- pero también había algún europeo: moldavo y español. De los 99 implicados, 35 lograron renovar sus autorizaciones de residencia en España gracias al trabajo realizado.

Otros 37 solicitaron y obtuvieron prestaciones o subsidios por desempleo al alcanzar el mínimo de trabajo necesario para cotizar. Esto generó un fraude a la Seguridad Social de más de 120.000 euros. Además, las empresas falsas no cotizaban por los seguros sociales de los empleados, lo que generó otro agujero de 320.000 euros.

La operación la han dirigido los agentes de la Unidad Contra las Redes de Inmigración y Falsedades documentales (UCRIF) de Zaragoza, en colaboración con la Policía Judicial, los investigadores de la Seguridad Social y la Inspección de Trabajo.

Tras declarar ante el juzgado, ninguno de los 29 detenidos y 66 imputados (cuatro de los trabajadores no han sido encartados) acabó ingresando en prisión.

Esta es la segunda gran operación de este tipo conocida en pocos días en Aragón, tras la que el viernes acabó con cinco detenidos y registros en municipios de varias provincias, entre ellos el de un kebab en Tarazona.