Salud Pública confirmó ayer dos nuevos casos de sarampión fruto del brote surgido en julio en Huesca. De este modo, son ya seis los afectados por esta enfermedad, pero la cifra podría aumentar porque, según reiteró ayer el boletín epidemiológico, «el brote aún no puede darse por cerrado» debido a que el último paciente presentó erupción en su piel el 12 de agosto. De los dos casos nuevos, uno está confirmado microbiológicamente y el otro está en investigación.

Dados el periodo de transmisibilidad de los casos y el periodo de incubación de sarampión, Sanidad mantendrá vigilancia activa de la enfermedad, especialmente en el entorno de la ciudad de Huesca, hasta que se dé por extinguido el brote. Este virus llevaba tres años sin detectarse en Aragón y en la provincia oscense desde 2013.

Así, se recomienda a cualquier persona que valore un posible caso de sarampión si aparece fiebre y exantema (erupción) en los pacientes susceptibles a sufrir la enfermedad. Estos son aquellos que no han pasado la patología o no están correctamente vacunados con dos dosis de triple vírica. De hecho, varios de los casos notificados en Huesca no estaban vacunadas contra el sarampión.

Si esto se produce, se debe notificar la sospecha inmediatamente a Salud Pública y ordenar el aislamiento domiciliario de los casos durante el periodo de transmisibilidad. Además, la DGA recordó que es importante completar la inmunización de personas susceptibles, particularmente en el entorno de los casos sospechosos y personal sanitario.