«Matan a un nazi en Zaragoza, a dos guardias civiles en Teruel... si es que últimamente son todo buenas noticias en Aragón». Este mensaje en la red social Twitter le va a costar caro a una joven vecina de Zuera, quien ha sido detenida por la Benemérita por un delito de injurias graves a funcionario público y de odio. Junto a ella, otros dos vecinos de la provincia de Barcelona han sido investigados por hechos similares.

Aunque el arresto se produjo la semana pasada, las indagaciones comenzaron el mismo día 14 de diciembre en el que Igor el Ruso acabó con la vida de los agentes Víctor Romero Pérez y Víctor Caballero Espinosa, y del ganadero José Luis Iranzo. Fue una denuncia de la propia Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) la que inició las pesquisas que llevó a cabo el Servicio de Información del instituto armado de Teruel. Al día siguiente, los investigadores ya habían identificado a la veinteañera de Zuera, según fuentes consultadas.

Sin embargo, la operación, denominada Roca y que está enmarcada en la persecución de posibles delitos de odio en redes sociales, se mantuvo secreta mientras se intentaba localizar a los dos catalanes. La propia Guardia Civil reconocía ayer que en la detección de este tipo de mensajes fue fundamental la colaboración ciudadana a través del simple gesto de mencionar la cuenta oficial de la Guardia Civil (@guardiacivil) y alertar de lo que determinados usarios estaban afirmando.

Los mensajes que analizaron los agentes con el amparo del titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Teruel, Jerónimo Cano, mensajes iban desde considerar como «buenas noticia» el asesinato de los dos miembros de la Benemérita, hasta su comparación con «heroinómanos de los 80». Asimismo, pudieron comprobar que el contenido de los mensajes de odio e injuriosos carecía de cualquier tipo de privacidad, ya que eran de acceso público y por tanto accesible a cualquier usuario de internet. Los comentarios y referencias en las redes sociales, llevados a cabo en dichos perfiles públicos tuvieron una enorme repercusión, no solo a través de los propios seguidores adheridos a los usuarios ahora detenidos o investigados, sino también a través de medios de comunicación social que se hicieron eco de la noticia

Desde la Guardia Civil destacaron que en muchas ocasiones el contenido de estos comentarios son difundidos por usuarios anónimos, si bien esta circunstancia «no evita que se pueda identificar a las personas responsables de estas publicaciones». «Este tipo de operación constituye también un golpe a aquellas personas que intentan desde el anonimato de las redes sociales, menospreciar y humillar gravemente a las víctimas y fomentar el odio, dirigido en este caso hacia los dos agentes asesinados precisamente por su pertenencia a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

El arresto de la vecina de Zuera sorprendió a los residentes en este municipio zaragozano. Su alcalde, Luis Zubieta, reprobó los comentarios de la joven, calificándolos de «inadmisibles».

El antecedente más próximo con condena por un hecho de estas caraterísticas fue cuando murió el torero Víctor Barrio en la plaza de toros de Teruel. En aquella ocasión, una concejala del pueblo valenciano de Catarroja Datxu Perismanifestó que el aspecto «positivo» era que el torero había «dejado de matar», y explicó que «no podía sentir más por el asesino que ha muerto que por todos los cadáveres que ha dejado a su paso».

Esta mujer fue sancionada con una multa de 7.000 euros a la familia de Víctor Barrio por una intromisión ilegítima en el derecho al honor del torero fallecido. Asimismo, fue condenada a retirar de su página en Facebook todos los mensajes relacionados con el torero segoviano Víctor Barrio.