Dos viejas conocidas de la Policía Nacional por sus robos y atracos han sido detenidas en Zaragoza por volver a las andadas, aunque en esta ocasión su objetivo eran las personas mayores. Haciéndose pasar por trabajadoras de teleasistencia del consistorio de la capital aragonesa se ganaban la confianza de ancianos que se encontraban solos en sus domicilios para acceder al interior de los mismos y sustraerles dinero y objetos de valor.

Las dos mujeres, de nacionalidad rumana, treintañeras y que responden a las iniciales L. A. T. y Z. A. A., pasaron ayer a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de Zaragoza, en funciones de guardia, que las puso en libertad, aunque investigadas de un delito de hurto. Asistidas por la penalista Olga Oseira, se acogieron a su derecho a no declarar.

Los agentes del Cuerpo Nacional de Policía pertenecientes a la comisaría de San José, distrito en el que ocurrieron la mayoría de los robos, les hacen responsables de, al menos, seis hechos de estas características. Por el momento, el valor de las joyas intervenidas no puede cuantificarse, puesto que todavía no han podido ser tasadas. Además, algunas de ellas podrían haber sido revendidas en tiendas de compro oro.

En cuanto al dinero en efectivo, las cantidades máximas que pudieron llevarse de las viviendas giran en torno a los 300 ó 400 euros. Y es que muchas de las víctimas habían sacado el dinero de la pensión que guardaban en sus casas.

INDISPUESTAS El modus operandi era el mismo en todos los robos. Hacían una vigilancia de las personas que vivían en los edificios y llamaban al timbre. En el rellano les explicaban las bondades de estos servicios y, cuando se habían ganado la confianza, fingían sentirse indispuestas, teniendo la necesidad de ir al cuarto de baño.

Mientras una de ellas estaba ya dentro dentro de casa, la otra continuaba entreteniendo a la víctima. Durante ese momento, la supuesta enferma entraba en los dormitorios para coger las joyas y revolvía los cajones para encontrar dinero en efectivo. No solían coger objetos de gran tamaño para pasar desapercibidas cuando abandonaba el piso.