Los controles rutinarios que realiza el Grupo de Joyas de la Policía Nacional en Zaragoza ha permitido detener a dos empleadas del hogar por, supuestamente, robar más de 100.000 euros en alhajas a una mujer de 85 años.

Según pudo saber este diario, la alarma saltó en los establecimientos de compro oro a los que acudieron las arrestadas para dar salida al botín que habían conseguido. Los agentes especializados en este tipo actividad delincuencial, en colaboración con el Grupo de Hurtos de la Jefatura Superior de Policía en Aragón, abrieron diligencias para determinar el origen de determinados objetos como relojes de la marca Rolex, diamantes, zafiros y otras piedras preciosas.

En el desarrollo de las pesquisas, observaron un alto número de operaciones de venta de joyas por parte dos mujeres cuya situación laboral no permitía adquirir este tipo de artículos. Por todo ello y una vez localizada la casa en la que trabajaban, en la calle Zurita, pudieron corroborar sus sospechas. Tan solo fue necesario entrevistarse con la dueña de los objetos para corroborarlo.

La Policía valora el botín que fueron sustrayendo en 100.000 euros, parte de los cuales han podido ser recuperados.

URBANIZACIONES / Los de las empleadas de hogar no han sido los únicos arrestos relacionados con robos en viviendas desarrollados en las últimas semanas en Zaragoza por las fuerzas de seguridad. La Guardia Civil ha desarticulado una banda, formada por cuatro personas, que habría desvalijado al menos 14 viviendas en urbanizaciones de las localidades zaragozanas de María de Huerva y La Muela.

Los arrestos se produjeron en Épila, lugar en el que residían los sospechosos. Se trata de dos hombres y una mujer, de 33 y 39 años, y una menor de edad, todos ellos de nacionalidad española y algunos con múltiples antecedentes penales.

La investigación sigue abierta para tratar de determinar el destino de los efectos sustraídos, valorados en más de 15.000 euros. A ellos se suman otros 2.000 euros, el importe de los daños ocasionados para entrar en las viviendas. Y es que el modus operandi utilizado en las casas incluía saltar o fracturar la valla perimetral, accedían al interior de la propiedad y una vez allí forzar las puertas de acceso a almacenes, garajes o a la vivienda en sí, buscando cualquier tipo de artículo con salida en el mercado negro, principalmente tecnología y herramientas.